El conservador portugués logrará con mucha probabilidad la ratificación del Parlamento
BRUSELAS, 9 Sep. (EUROPA PRESS) -
El pleno de la Eurocámara votará el próximo 16 de septiembre, salvo sorpresas de última hora, si respalda o rechaza la designación de José Manuel Durao Barroso, aprobada por unanimidad por los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete, para seguir cinco años más al frente de la Comisión Europea. Barroso completó hoy la ronda de reuniones con todos los grupos políticos para presentar su programa y ganar apoyos.
De momento tiene garantizado el apoyo de su propio grupo, los populares europeos, y aspira a lograr una parte de los votos de los liberales, los socialistas y el grupo encabezado por los conservadores británicos, lo que garantizaría su ratificación sin problemas.
Aunque socialistas y verdes son partidarios de un nuevo aplazamiento del voto sobre Barroso al menos hasta después del segundo referéndum sobre el Tratado de Lisboa que se celebrará en Irlanda el 2 de octubre, el líder del grupo liberal, Guy Verhofstadt, anunció este miércoles que su grupo no es partidario de posponer de nuevo la decisión, a diferencia de lo que hizo en julio, y apuesta por decidir la semana que viene sobre la candidatura de Barroso.
La conferencia de presidentes de la Eurocámara --equivalente a la junta de portavoces del Congreso-- decidirá este jueves si incluye la votación para ratificar a Barroso en el orden del día del 16 de septiembre. Al haber cambiado de bando los liberales, los populares europeos tienen mayoría suficiente para imponer este orden del día, ya que contarán también con el apoyo del grupo liderado por los conservadores británicos.
El propio presidente del grupo socialista, Martin Schulz, admitió que no cuenta con una mayoría suficiente para retrasar de nuevo la votación debido a la deserción de los liberales.
"No nos parece una opción posponerlo de nuevo todo", afirmó Verhofstadt para justificar su cambio de postura. "Creemos que en la actual crisis económica y financiera no es una postura correcta seguir unos meses más sin una Comisión y sin un presidente de la Comisión con plenos poderes", subrayó.
Verhofstadt no adelantó si su grupo votará a favor o en contra de Barroso y dijo que todo dependerá de si el conservador portugués repite en público los compromisos asumidos en la audiencia celebrada este miércoles con los liberales, entre los que destaca la creación de una nueva cartera de Justicia y Derechos Fundamentales separada de Seguridad o el compromiso de avanzar dentro de tres años hacia un sistema único europeo de supervisión bancaria.
Los liberales pedirán además que Barroso se someta a un nuevo voto de ratificación si se aprueba el Tratado de Lisboa, lo que elevaría el umbral de votos necesarios. De acuerdo con el vigente Tratado de Niza, el presidente de la Comisión requiere el apoyo de la mayoría de los votos emitidos en la Eurocámara. Lisboa exige el respaldo de la mitad más uno del total de eurodiputados.
Barroso presentó también su programa ante el grupo de los Verdes, a los que reprochó que hubieran manifestado el rechazo a su candidatura (con su campaña 'Stop Barroso') antes de conocer su programa y de escucharle. "Nunca he sido conservador, quizá fui extremista del otro lado, pero no de la derecha", dijo el presidente de la Comisión, aludiendo a su pasado maoísta, al ser criticado por sus políticas neoliberales. Y se comprometió a crear la cartera de Lucha contra el Cambio Climático en el próximo Ejecutivo comunitario.
Por la mañana, el conservador portugués trató de ganarse el apoyo de los socialistas, que le reclamaron a cambio que garantice que el próximo Alto Representante para la Política Exterior sea de izquierdas. Los socialistas están divididos sobre el sentido de su voto. Españoles, portugueses y británicos se inclinan por el sí, mientras que los franceses tienen claro que se opondrán.
