UE.- El Gobierno no contempla repetir el referéndum si se modifica la Constitución Europea

Actualizado: miércoles, 28 febrero 2007 20:24

BRUSELAS, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno no contempla de momento convocar un nuevo referéndum en España si se modificara el texto del Tratado constitucional europeo que permanece en punto muerto desde que Francia y Países Bajos rechazaran su ratificación y que la presidencia de turno de la Unión Europea, en manos de Alemania, se ha propuesto relanzar durante este semestre.

Según explicó a la prensa en Bruselas el secretario de Estado para la Unión Europea, Alberto Navarro, "desde un punto de vista jurídico", no es necesario repetir la consulta, porque en España los referéndum son consultivos y su convocatoria depende de la decisión del presidente del Gobierno. En todo caso, adelantó que por ahora no se contempla y que lo que España defiende es "mantener la sustancia y los equilibrios del Tratado".

Navarro compareció hoy en la comisión de Asuntos Constitucionales del Parlamento Europeo junto a su colega de Luxemburgo, Nicolas Schmit, para explicar a los eurodiputados el resultado de la reunión de los 'Amigos de la Constitución Europea', celebrada el pasado 26 de enero en Madrid a iniciativa de España y Luxemburgo y a la que asistieron los 18 países que hasta ahora han ratificado el Tratado.

El secretario de Estado para la UE señaló que la presidencia alemana tiene la intención de presentar un informe en el Consejo Europeo del 21 y 22 de junio en el que, casi con toda seguridad, sugerirá la necesidad de convocar una Conferencia Intergubernamental (CIG) necesaria para reformar el proyecto de Tratado constitucional.

Según Navarro, la idea que baraja Berlín es que la CIG tenga "un mandato muy claro y muy preciso" donde se indiquen expresamente los puntos que podrían ser objeto de modificación o los que podrían añadirse, tratando al tiempo de "salvaguardar al máximo" el proyecto de Tratado que ya han ratificado una mayoría de Estados miembros.

Al mismo tiempo, se quiere también trabajar con un calendario "muy preciso". Berlín planteará tener cerrada la CIG a finales de este año. Así, aunque depende de los procedimientos de ratificación, el objetivo que se ha marcado la UE es que el nuevo Tratado esté en vigor para las elecciones europeas de junio de 2009.

La hipótesis de trabajo de la presidencia alemana sería, por tanto, firmar el texto en el mes de diciembre de 2007, en el Consejo Europeo que cierra la presidencia portuguesa, y dar un plazo razonable de entre doce y catorce meses para proceder a las ratificaciones.

En el escenario de que el texto del Tratado se modificará para que los países que han tenido problemas con el mismo se sientan más cómodos, el secretario de Estado dejó claro que España defenderá mantener los aspectos de inmigración y los relacionados con el ámbito de Justicia e Interior.

No obstante, mostrará flexibilidad en cuestiones como el nombre del texto o la supresión del capítulo 8, relativo a los símbolos, como piden algunos Estados miembros. Lo que no asumirá bajo ningún concepto será la propuesta que hoy defiende en el diario británico 'Financial Times' John Kerr, el representante del Reino Unido en la Convención que redactó el actual Tratado, planteando básicamente salvar el sistema de voto en el Consejo y prescindir del resto.

SOLUCIONES MAXIMALISTAS

España, dijo Navarro, no podría aceptarla porque es una propuesta "mucho más reducida" incluso que el famoso "minitratado" que propuso en su día el ministro del Interior francés y actual candidato a la presidencia de Francia, Nicolas Sarkozy. "Es una propuesta inaceptable para España y muy minimalista. Hoy en Europa no necesitamos soluciones minimalistas sino al contrario, maximalistas, que indiquen claramente que Europa es la mejor respuesta a los desafíos de la globalización", dijo.

Así pues, el Gobierno estaría dispuesto a "mejorar la presentación y el contenido" del Tratado, que en un 80% es una consolidación de los Tratados que ya existen y sólo escasamente cien artículos son novedosos. España, recalcó el secretario de Estado, no quiere renunciar a nada "esencial", pero podría aceptar que desapareciera el término Constitución si con ello se mantiene el contenido del Tratado.