UE.- Greenpeace considera faltas de sustancia las propuestas de Bruselas sobre energía y cambio climático

Actualizado: martes, 9 enero 2007 20:38

BRUSELAS, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -

Greenpeace denunció hoy que las propuestas que presentará mañana la Comisión Europea sobre energía y cambio climático son "todo envoltorio y poca sustancia" y no cambiarán el actual modelo energético "caro e insostenible".

La organización ecologista se declaró "particularmente preocupada" por el hecho de que el Ejecutivo comunitario esté contemplando revisar la actual política sobre energías renovables porque "podría socavar de manera significativa la confianza de los inversores en esta industria joven y próspera", según dijo a través de un comunicado.

La hoja de ruta sobre energías renovables que presentará Bruselas fija un objetivo global para los sectores de electricidad, transporte y calefacción y refrigeración, lo que significa, de acuerdo con Greenpeace, un alejamiento de la actual política diferenciada por sectores "que ha sido un gran éxito".

Los ecologistas denunciaron también el apoyo del Ejecutivo comunitario al denominado "carbón limpio", ya que considera que el carbón sigue siendo "la fuente de energía más contaminante y menos eficiente", al tiempo que subrayó que las nuevas tecnologías no están suficientemente probadas y tardarán varias décadas en desarrollarse.

REDUCCIÓN DE UN 30% EN LAS EMISIONES

Greenpeace exigió además a Bruselas que proponga un objetivo de reducción de los gases de efecto invernadero de un 30% para 2020 para luchar de manera eficaz contra el cambio climático e impedir que la temperatura media suba más de dos grados respecto a la era preindustrial.

"Si la Comisión recomienda, tal y como se rumorea, un exiguo objetivo del 20% de reducción de emisiones para Europa en 2020 cometerá un error garrafal científico y político. Este objetivo indicaría que la UE no dará los pasos necesarios para prevenir los impactos más devastadores del cambio climático", señaló Greenpeace.

Sobre energía nuclear, cuestión que Bruselas deja en manos de los Estados miembros al tratarse de un tema controvertido, la organización ecologista insistió en que se trata de una fuente "sucia, peligrosa y cara que debe abandonarse de manera rápida".