Insiste en la "responsabilidad" de los Veintisiete para relanzar el proceso de paz en Oriente Próximo
ESTRASBURGO, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
La canciller alemana, Ángela Merkel, apoyó hoy que la Unión Europea fije objetivos obligatorios de energías renovables y de eficiencia energética durante la cumbre que se celebrará los días 8 y 9 de marzo para mantener el liderazgo en la lucha contra el cambio climático, aunque lanzó un llamamiento al resto de socios internacionales para que se comprometan también en la reducción de emisiones de efecto invernadero.
La Comisión Europea ha propuesto una reducción de emisiones para los países industrializados del 30% de aquí a 2020 respecto a los valores de 1990. Si no se llega a un acuerdo internacional, la UE asumiría unilateralmente un recorte del 20%. Para lograrlo, Bruselas pide un objetivo obligatorio del 20% en la cuota de las energías renovables sobre el conjunto de la generación energética de la UE para 2020, y un objetivo mínimo del 10% de biocarburantes. También plantea un ahorro energético del 20%.
En una intervención en la Eurocámara con motivo del discurso inaugural de su nuevo presidente, Hans-Gert Poettering, Merkel reconoció que el debate sobre estas cuestiones en la cumbre de marzo será "muy difícil" pero añadió que la creación de un mercado único de la energía en Europa es "esencial". "La presidencia alemana aboga por plantear cifras exactas y criterios de posible reducción que sean vinculantes para que ningún Estado pueda zafarse de esa responsabilidad", afirmó en referencia a los objetivos de renovables y de eficiencia. "Alemania, y lo digo como canciller de ese país, está dispuesta a aceptar compromisos que no nos resultan fáciles", recalcó.
Sobre el objetivo global de recorte de emisiones en un 30%, la canciller señaló que sólo puede lograrse "con la condición de que tengamos socios internacionales que se unan a nuestras iniciativas". "En todos los viajes internacionales insistimos en que Europa genera el 15% de las emisiones y que el 85% se generan fuera. Europa tiene que ser pionera, comprometerse a luchar contra las emisiones, pero no hay ningún problema que deje más patente la cohesión interna de este planeta. No basta que un continente se esfuerce para evitar un peligro que acecha a toda la humanidad", afirmó Merkel.
Anunció además que durante la cumbre de marzo se abordará de nuevo el lanzamiento de las negociaciones para un nuevo Acuerdo de Asociación entre la UE y Rusia que dedique un capítulo prioritario a la cuestión de la energía. "Esperamos que las negociaciones puedan empezar pronto, pero aún no ha llegado el punto de madurez", subrayó la canciller, en referencia al veto que mantiene Polonia por la negativa de Moscú a permitir la entrada de carne polaca.
Otro asunto internacional en la agenda será la situación en Oriente Próximo. Merkel aseguró que durante su reciente visita a la región ha comprobado que hay un "ansia por conseguir la paz" y "muchas expectativas depositadas en la UE" y por ello dijo que los Veintisiete tienen una "gran responsabilidad" y deben esforzarse --junto con los países de la región, Estados Unidos y Rusia-- en relanzar las negociaciones entre palestinos e israelíes.
Finalmente, la canciller reiteró que el desbloqueo del Tratado constitucional será una "cuestión principal" de su presidencia para recuperar la "autoestima" y la "cercanía a los ciudadanos" y señaló que su objetivo es lograr en junio una "hoja de ruta" que conduzca a una solución como muy tarde en 2009.
LLAMAMIENTO DE BARROSO
Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, lanzó un llamamiento a los Estados miembros para "encontrar una solución al Tratado constitucional". "Es la obligación de todos los Gobiernos europeos ser constructivos y activos en la búsqueda de una solución común. Y me gustaría subrayar la palabra común. En un momento histórico en el que celebramos la unión pacífica de Europa, no tenemos el derecho de dividirla de nuevo", dijo Barroso en referencia al 50 aniversario de la firma del Tratado de Roma, que se celebra el 25 de marzo.
Barroso criticó, sin nombrar a ninguno, a los líderes europeos que "profesan su amor por Europa en general, pero se resisten a las soluciones comunes en iniciativas concretas como la energía, el cambio climático, la inmigración y por supuesto el acuerdo institucional". "Lo que necesitamos no son declaraciones de intenciones sino compromiso", dijo el presidente de la Comisión.
Admitió que tras el 'no' en referéndum de Francia y Países Bajos "es imposible presentar el mismo texto" pero recordó que "todos los Gobiernos firmaron el Tratado", lo que significa que admitieron la existencia de "problemas y desafíos comunes" que todavía no se han resuelto y que han adquirido un compromiso respecto al resto de Estados miembros y a las instituciones comunitarias.
