BRUSELAS, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Unión Europa movilizará otros 90 millones de euros para tratar de paliar la grave crisis humanitaria por el conflicto en Yemen, donde el 75 por ciento de la población, unos 22 millones de personas, necesitan ayuda urgente y 8,4 millones están al borde de la hambruna.
"Estamos en una carrera a contrarreloj para evitar una hambruna en Yemen", ha alertado el comisario de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, Christos Stylianides, que ha lamentado que "la situación va de mal en peor" sobre el terreno. "La comunidad internacional debe actuar", ha insistido, tras dejar claro que "las tragedias humanitarias requieren una solución política, especialmente ahora en Yemen" para poner fin a la violencia.
La UE espera que unas 8.000 personas en situación vulnerable en Yemen se beneficien de la nueva asistencia europea, que cubrirá ayuda alimentaria, nutricional, servicios médicos, sanitarios, alojamiento, agua, educación y protección, ha explicado el comisario chipriota.
Stylianides ha dejado claro la necesidad de seguir apoyando a la población "el tiempo que sea necesario" pero ha avisado de que la ayuda sólo tendrá un impacto positivo si se puede" llegar a los más vulnerables" y ha instado a ambos bandos en conflicto a respetar el Derecho Humanitario Internacional y a facilitar el acceso humanitario "a todos" los civiles.
La UE ha movilizado 323,7 millones de euros para Yemen, incluidos 118 millones solo en 2018, desde el inicio del conflicto entre las autoridades y los huthis en 2015, que se ha agudizado a raíz de la campaña de bombardeos por la coalición liderada por Arabia Saudí en apoyo al Gobierno de Saná.
Más de 60.000 civiles han muerto o resultado heridos en el conflicto, mientras que más de 3,5 millones de yemeníes se han visto forzados a abandonar sus casas, incluidos más de 350.000 desde el pasado junio, cuando comenzó la ofensiva del Gobierno yemení con apoyo de la coalición que lidera Riad para arrebatar el puerto de Hodeida a los rebeldes huthis.
La ONU ha advertido además del riesgo de una tercera ola en la epidemia de cólera que ha sufrido el país desde abril de 2017 y que ha dejado más de 2.300 muertos y alrededor de casi 1,2 millones de casos.
