BRUSELAS, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Asociación Europea de Operadores de Redes de Telecomunicaciones (ETNO, por sus siglas en inglés) -que agrupa a compañías como Telefónica, Ono, Deutsche Telekom, BT o KPN- expresó hoy su oposición a la separación funcional entre servicios y gestión de redes que propondrá la Comisión Europea el próximo 13 de noviembre como parte del paquete de reforma del sector de las telecomunicaciones.
El director de ETNO, Michael Bartholomew, dijo en un discurso pronunciado durante una conferencia sobre regulación y competencia en el sector de las telecomunicaciones que la separación funcional podría disuadir a los operadores de realizar nuevas inversiones en infraestructuras como las de fibra, según informó la asociación en un comunicado.
Bartholomew subrayó que la separación funcional "no es la respuesta adecuada" a los problemas de competencia en el sector porque el actual marco regulatorio ya contiene herramientas sólidas para garantizar un acceso no discriminatorio a las redes que son menos costosas de poner en marcha.
"La separación funcional no impulsará las inversiones arriesgadas en redes de acceso nuevas y alternativas y no es el instrumento adecuado para fomentar la competencia basada en infraestructuras", aseguró el representante de las operadoras.
Las compañías creen que el despliegue de nuevas infraestructuras de acceso se vería impulsado con otro tipo de medidas, como la flexibilización del marco regulador dependiendo de las circunstancias competitivas locales, o la puesta en marcha de cláusulas que permitan poner fin a las reglas sobre precio y acceso en aquellos mercados donde ya haya plena competencia.
Bartholomew insistió en que la competencia en los mercados de banda ancha es muy fuerte y está permitiendo que cada vez más clientes puedan acceder a este tipo de servicios sin tener que recurrir a las redes existentes.
La comisaria responsable de Sociedad de la Información, Viviane Reding pretende dar a los reguladores nacionales poderes para que impongan la separación funcional como último recurso para aquellas compañías que abusen de su posición dominante.
Reding considera que la separación funcional puede resolver problemas de competencia permitiendo la entrada de nuevas empresas que tengan acceso a la red y fomentando la inversión en las infraestructuras, lo que a su juicio acelerará la penetración de la banda ancha. En este sentido, puso como ejemplo el caso de Reino Unido, donde ya se ha aplicado esta medida con British Telecom.
