ESTRASBURGO, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -
La comisaria de Relaciones Exteriores y Política de Vecindad, Benita Ferrero-Waldner, admitió hoy que la delicada situación que se vive en Gaza y Cisjordania dificulta la aplicación del mecanismo internacional con el que se quiere hacer llegar la ayuda a los palestinos sin que el dinero pase por las manos del Gobierno de Hamás. La Comisión tenía previsto que los primeros pagos comenzaran a ser efectivos a principios de este mes de julio, pero todavía no ha sido posible.
"No hay duda de que los acontecimientos en Gaza y Cisjordania han complicado enormemente estos esfuerzos", reconoció la comisaria durante el debate sobre la situación de los Territorios palestinos celebrado el Parlamento Europeo. Ferrero-Waldner añadió que "ahora más que nunca" es necesario llevar adelante este mecanismo y conseguir, por lo menos, suplir las necesidades más basicas de los ciudadanos.
Al respecto, recordó que algunos donantes internacionales se han mostrado dispuestos a poner fondos adicionales y dijo también que la Comisión ha solicitado fondos de la reserva de emergencia con el apoyo del Parlamento Europeo.
En todo caso, dejó claro que, aunque es una responsabilidad colectiva como europeos ayudar a los palestinos y apoyar los esfuerzos hacia la paz, "los fondos no son la panacea" para los problemas palestinos y que el Gobierno de Hamás debe tomar "medidas concretas" para paliar la violencia que dificulta la vida de los ciudadanos.
Un mensaje parecido trasladó a Israel, para que facilite la situación fiscal, la libre circulación de los palestinos e impida los daños contra las infraestructuras palestinas.
El mecanismo internacional que pretende poner en marcha la Comisión Europea tiene una triple estructura. La primera pretende pagar dietas a los profesionales del sector sanitario, la segunda va destinada a garantizar el suministro de servicios energéticos básicos, como gas y electricidad, y la tercera, y más compleja de ejecutar, es asignar pagos directos a las personas más necesitadas.
La primera parte de la estructura del mecanismo se hará con la colaboración de la Comisión Europea con el Banco Mundial, cuyo "Programa de Apoyo a Servicios de Emergencia" se ampliará para cubrir "las provisiones esenciales" en el sector sanitario y "las asignaciones básicas para quienes proveen cuidados en los hospitales y clínicas", que recibirán estas aportaciones de manera directa.
La portavoz de Exteriores del Ejecutivo comunitario, Enma Udwin negó que estas asignaciones puedan interpretarse como el pago de salarios a los profesionales del sector sanitario y excluyó que, al menos de momento, el mecanismo internacional incluya provisiones semejantes para el sector educativo, a pesar de este sector también se encontraba entre las prioridades de la Comisión Europea cuando se hizo cargo del diseño del mecanismo.
En segundo lugar, prevé que la Contribución Interina para el Alivio de Emergencia de la Comisión Europea se refuerce para "asegurar el suministro ininterrumpido" de energía, como combustible. Esta ayuda se dará directamente a las compañías suministradoras de la energía, explicó Udwin.
La tercera parte es un plan más indeterminado de momento consistente en la creación de "una red de seguridad social" para facilitar ayudas económicas directas en las cuentas bancarias de personas particulares "en función de sus necesidades".
Benita Ferrero-Waldner admitió que son tiempos "muy malos" por la inseguridad, la violencia entre facciones y hechos como el secuestro del soldado israelí por parte de las milicias palestinas, un escenario que, a su juicio, configura una "escalada precoupante". Por ese motivo, reiteró el llamamiento a las partes para que den "un paso atrás" y reconsideren su responsabilidad con "enorme cautela".
"Todas las partes deben abstenerse de cualquier acción que viole derecho internacional", dijo tras insistir en que los líderes palestinos deben hacer todo lo que esté en su mano para acabar con la violencia y las actividades terroristas.
También pidió a los israelíes actuar "con prudencia". "Entendemos su rabia --alegó-- pero la diplomacia ofrece una oportunidad para tratar la prioridad fundamental, que no es la destrucción de infraestructuras o lanzar granadas sobre la oficina del primer ministro".
Después de reconocer que las medidas tomadas recientemente por los israelíes han empeorado "claramente" la situación de los palestinos, pidió hacer "todo lo posible" para evitar que se agrave la situación humanitaria en Palestina y para ello, reclamó como primer paso restablecer la corriente eléctrica. "Ambos deben dar un paso atrás ante este momento en que podría desatarse una crisis", insistió.
NO HABRA UN CHEQUE EN BLANCO
Por su parte, durante el debate parlamentario, la ministra finlandesa de Comercio exterior y Desarrollo, Paula Lethomaki, en su calidad de presidenta de turno del Consejo, también reiteró a las partes el llamamiento para que se abstengan de llevar a cabo actividades contrarias al derecho internacional y protejan a los civiles.
"No podemos aceptar la idea del castigo colectivo. Sabemos que muchos civiles sufren y ambas partes tienen el deber de protegerles", reclamó Lethomaki. Además, subrayó que la Unión Europea no dará "un cheque en blanco" para la reconstrucción de las infraestructuras que han sido destruidas.
La ministra finlandesa reclamó igualmente a Hamás que haga frente a los requisitos del llamado Cuarteto, que exigen de la formación radical su renuncia a la violencia, el reconcimiento del Estado de Israel y que respete los acuerdos existentes entre la comunidad internacional y la Autoridad Palestina.