BRUSELAS, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Presidencia portuguesa de la UE reclamó hoy a "todos" los países de la UE que hagan gala de su "voluntad política" para poder cerrar un acuerdo político sobre el Tratado de Reforma en la cumbre informal de jefes de Estado y de Gobierno que se celebrará en Lisboa el 18 y 19, y donde se espera respaldar un texto sobre el que ya hay acuerdo a nivel técnico.
El secretario de Estado de Portugal para Asuntos Europeos, Manuel Lobo Antunes, participó en el debate que celebró este miércoles el Pleno del Parlamento Europeo de cara a la reunión de Lisboa, donde destacó el trabajo que han hecho los juristas europeos y pidió lo propio a los líderes europeos.
"Las negociaciones sobre la redacción jurídica del texto han quedado finalizadas" a lo largo de un proceso que "hasta ahora" ha sido, dijo, "francamente positivo". Sin embargo, advirtió de que "no es ningún secreto que algún Estado miembro quizá pueda seguir queriendo debatir algún que otro tema", para lo que aseguró que "la Presidencia portuguesa está empeñada en seguir trabajando para hallar soluciones aceptables y equilibradas para todos".
"No dejaremos a nadie de lado", afirmó Lobo Antunes, que también esperó que "exista por parte de los Estados miembros voluntad política en la búsqueda de soluciones" para cerrar el acuerdo sobre un texto que sea "para el bien de la UE".
La vicepresidenta de la Comisión Europea, Margot Wällstrom, afirmó por su parte que el mero hecho de tener el texto del nuevo Tratado es "un logro excepcional" y rebatió el argumento de quienes dijeron que "una UE de 27 miembros nunca podría dar su acuerdo al nuevo Tratado". Por el contrario,"una vez más hemos visto que era un error", señaló y afirmó que "el acuerdo sienta las bases para una nueva UE llena de nuevas ideas hacia el futuro".
Sin embargo, Wällstrom se refirió a lo que vendrá después del acuerdo, el proceso de ratificación, que hizo encallar al fallido Tratado constitucional por los noes de Francia y Países Bajos. "El acuerdo político en el Consejo es un paso importante, pero como todos sabemos no es el final de la historia, espero que en proceso de ratificación podamos seguir trabajando conjuntamente", dijo.
"LO MÁS QUE SE PUEDE ALCANZAR"
Durante el debate también intervinieron los tres miembros del Parlamento que en su nombre han participado en las negociaciones sobre la redacción del Tratado de Reforma, el conservador Elmar Brok; el socialista Enrique Barón Crespo, y el liberal Andrew Duff.
Según dijo Brok, los tres eurodiputados apoyan el texto acordado "no porque sea el proyecto de nuestros sueños, sino porque en las circunstancias actuales es lo más que se puede alcanzar, con una UE ampliada que sepa responder a los desafíos del mundo porque se podrá decidir menor en el Consejo".
Aseguró que los países que han pedido "no participar en ciertas acciones" verá respetadas sus "famosas líneas rojas", de manera que "no hay que pasar forzosamente por el referéndum" para ratificar el nuevo Tratado.
Desde su punto de vista, se deberían haber tenido en cuenta algunos elementos que no están reflejados, como "la protección de datos en relaciones exteriores", para que no se incluyan los datos de pasajeros, por ejemplo.
Barón Crespo subrayó, por su parte, que el texto incluye las "condiciones sine qua non" para que el Parlamento lo aceptara, como son el concepto de "ciudadanía" y que la Carta de Derechos Fundamentales sea jurídicamente vinculante. Por el contrario, hay que "progresar" en otros, como el diálogo entre interlocutores sociales y la posibilidad que algunos países podrán tener para aplazar continuamente la toma de decisiones, en virtud del denominado "compromiso de Ionannina" que reivindica Polonia.
Finalmente, el británico Duff reclamó "un debate interno" dentro del Reino Unido "sobre por qué los ciudadanos británicos tienen que quedar excluidos de los beneficios de la integración" en aspectos de justicia e interior, donde Londres ha preferido que no sean de aplicación en su territorio.
Además de los tres representantes de la Eurocámara en la CIG que ha negociado la redacción del Tratado de Reforma, el texto también recibió el respaldo de los tres principales grupos del Parlamento Europeo, que, sin embargo, alertaron acerca de proceso de ratificación.
El jefe de grupo del Partido Popular Europeo (PPE), Joseph Daul, señaló que tras el periodo de reflexión que abrieron los noes francés y holandés al malogrado Tratado constitucional ahora "ya estamos listos para pasar a la acción" y aseguró que el resultado de las negociaciones "responde a nuestras expectativas".
El líder del Partido Socialista Europeo (PSE), Martín Schulz, también aceptó en nombre de su grupo un texto que es "casi idéntico" al mandato que acordaron los Estados miembros el pasado mes de junio. "Y así tiene que ser porque quedarse por detrás del mandato sería inaceptable para nosotros los socialistas". Se refirió a la fase de ratificación al afirmar que "un nuevo fracaso es el comienzo del fin de la UE".
El jefe de Alianza de Liberales y Demócratas de Europa (ALDE), Graham Watson se refirió a "la batalla final en esta guerra constitucional, donde habrá muchos soldados y todos sabemos que el fracaso sería una tragedia de grandes proporciones".