UE.- Sarkozy llevará mañana a Hannover un remodelado proyecto de Unión Mediterránea para ganarse el apoyo de Merkel

El encuentro coincide con la falta de sintonía del eje franco-alemán

Europa Press Internacional
Actualizado: domingo, 2 marzo 2008 15:30

PARIS, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, llevará mañana a Hannover un remodelado proyecto de Unión para el Mediterráneo con la intención de atraer a la canciller alemana, Angela Merkel, a una idea que suscita los recelos de Berlín porque sólo tiene en cuenta a los países ribereños.

Sarkozy participará en la inauguración de la Feria Internacional de las Tecnologías de la Información (CeBit) junto a Merkel, que luego ofrecerá a su invitado una cena de trabajo en la que ambos repasarán "en profundidad" los grandes asuntos europeos e internacionales así como el estado de las relaciones del eje franco-alemán, según informa el Elíseo.

Será en este momento cuando el presidente galo presente a la canciller un nuevo esquema de funcionamiento de la Unión Mediterránea que, según el diario 'Les Echos', está a medio camino entre lo que promueven los consejeros presidenciales, partidarios de restringir el foro a los países ribereños, y la idea del secretario de Estado de Asuntos Europeos, Jean-Pierre Jouyet, defensor de asociar a todos los miembros de la UE que quieran hacerlo.

Tras semanas de negociaciones infructuosas en un clima que se ha enrarecido por la anulación sucesiva de dos importantes encuentros franco-alemanes, Sarkozy quiere lograr el visto bueno de Merkel a una propuesta que descansaría principalmente en tres ejes.

El primero de ellos es que la Unión propuesta no sustituiría al llamado Proceso de Barcelona que desde 1995 enmarca la asociación euromediterránea, sino que serviría para completarlo. Alemania considera este asunto fundamental porque su principal reproche a la idea de Sarkozy es que podría dividir profundamente a Europa.

En segundo lugar, la Unión para el Mediterráneo se organizará tomando como modelo el Consejo de Estados del mar Báltico lanzado en 1992 por Alemania y Dinamarca para abordar los problemas medioambientales, energéticos y políticos entre países ribereños. Este foro de cooperación tiene doce miembros, entre ellos Alemania, Polonia, Finlandia y Rusia. También está representada la Comisión Europea que participa, cuando así lo desea, en determinados proyectos, mientras que el resto de Estados miembros de la UE tiene un estatus de observador y participan en los proyectos caso por caso.

Francia trata no solamente de mostrar a la canciller que este foro de cooperación del que Alemania es miembro fundador no ha roto en nada la unidad europea sino que su sistema de funcionamiento podría muy bien aplicarse a la futura cooperación entre las dos orillas del Mediterráneo, añade el rotativo económico galo.

Los países ribereños constituirían el núcleo fundador y los no ribeños serían observadores, que podrían unirse tan a menudo como quisieran a proyectos concretos, como la descontaminación del Mediterráneo, el acceso al agua, la lucha contra los incendios o el desarrollo de las infraestructuras.

El último punto para ganarse el apoyo de la canciller pasaría por olvidarse de lanzar el proyecto sólo con los países ribereños el 13 de julio y un día más tarde ampliarlo oficialmente a toda la UE. Sarkozy propondrá que sea a la inversa. Primero los jefes de Estado y de Gobierno de toda la UE y al día siguiente sólo los mediterráneos.

USAR INSTRUMENTOS EXISTENTES

En Alemania se teme que el proyecto francés para el Mediterráneo conlleve tanto una escisión en Europa como una pérdida de influencia de Berlín y, según analistas germanos citados por 'Libération', negarse a la propuesta en sus términos actuales es "una cuestión de principios".

El argumento es que Alemania tiene tanto interés como el que más en la frontera sur de la Unión Europea, en primer lugar porque se trata de una zona de entrada de inmigración clandestina, pero también por la importancia de los países norteafricanos en el ámbito energético o por sus relaciones bilaterales con Oriente Próximo.

Para relanzar la política euromediterránea, Berlín es no obstante más partidaria de reactivar los dispositivos ya existentes, como el Proceso de Barcelona o la política europea de vecindad antes que crear entidades nuevas.

SARKOZY, EN FASE DE APRENDIZAJE

En cuanto a la parte de culpa que pueda tener la peculiar personalidad de Sarkozy en el actual enfriamiento de las relaciones franco-alemanas, 'Libération' sostiene que juega un papel secundario en opinión de los consejeros de Merkel. No obstante, los asesores de la canciller dejan caer que el presidente francés "debe saber que no se trata a los socios europeos igual que a la oposición parlamentaria".

"Pero Angela Merkel sabe ir más allá de esas cosas. En Berlín queremos creer que el presidente está en una fase de aprendizaje, que sabrá escuchar a sus consejeros y que comprenderá que debe tener más en cuenta las diferencias de posición", aseguran en la cancillería.

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