KAMPALA, 18 Feb. (EP/AP) -
Los protagonistas y el director de la cinta 'The Last King of Scotland' ('El último rey de Escocia'), Forest Whitaker, estrenaron este domingo la película en Uganda, donde aseguraron sentirse "muy conmovidos por recibimiento y la actitud del pueblo" al filmar un relato ficticio en torno a uno de los dictadores más brutales del mundo, el ex dictador Idi Amín Dada.
El también actor Forest Whitaker está nominado al Oscar por interpretar a Idi Amín Dada, que se apoderó del Gobierno ugandés en 1971 y fue responsable de la desaparición de más de 500.000 personas.
'The Last King of Scotland' es la primera cinta de Hollywood filmada en Uganda y ganó el premio a la mejor película británica en la entrega de los Premios de la Academia Cinematográfica Británica. Aunque no había sido estrenada en África, ya ha ganado varios galardones y ha constituido un gran éxito en las taquillas de Estados Unidos y Europa.
La cinta versa sobre una relación ficticia entre Amín y su médico escocés, James Garrigan, durante la época más oscura de su gobierno, que se alargó por un periodo de ocho años.
Los actores y técnicos de la cinta fueron recibidos la noche del sábado en un cine de un centro comercial por percusionistas tradicionales vestidos con pieles de mono blancas y negras, además de un centenar de invitados entre las personas más importantes de Kampala, muchas de ellas vestidas con tartán, tela a cuadros característica de Escocia.
Whitaker, que siguió el ritmo con la cabeza, y su coestrella, James McAvoy, vestido con una falda escocesa, calificaron la recepción recibida como "algo fantástico". Mientras tanto, los compradores en el centro comercial veían lo ocurrido con curiosidad, sin saber lo que ocurría porque el acto no recibió mucha publicidad.
Previamente, el propio Whitaker dijo a la prensa que el realizar la cinta en Uganda le permitió "estar rodeado por personas que tuvieron la experiencia de Amín y sabían lo ocurrido a nivel emocional e íntimo".
"Todas las personas nos ayudaron a tratar de conducirnos hacia la verdad", agregó.
Grupos pro Derechos Humanos estiman que durante el régimen de Amín desaparecieron unas 500.000 personas. Su Policía secreta era conocida por torturar y asesinar a supuestos opositores políticos.
