El G-8 urge al régimen sirio y a los rebeldes a que cesen el fuego y cumplan con el plan de paz de Annan

CAMP DAVID (ESTADOS UNIDOS), 20 (Reuters/EP)

El G-8 ha urgido este sábado al régimen sirio y a los rebeldes a que cesen el fuego y cumplan con el plan de paz trazado por el mediador de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, para así encaminarse hacia una transición política.

En el comunicado final, los líderes de las ocho principales economías mundiales han exhortado al Gobierno sirio y a los rebeldes a que cumplan con el plan de paz de Annan y "cesen la violencia de forma inmediata para así facilitar una transición política integral conducida por los sirios hacia un sistema político plural y democrático".

"Continuamos consternados por la pérdida de vidas, la crisis humanitaria, y las graves y generalizadas violaciones de los Derechos Humanos en Siria", remarca el G-8. Asimismo, ha respaldado la labor de los observadores de la ONU y ha condenado los atentados terroristas que han sacudido Siria durante las últimas semanas.

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha esgrimido que su homólogo sirio, Bashar al Assad, debe abandonar el poder y ha puesto a Yemen como modelo ejemplarizante de una transición pacífica y democrática. Rhodes ha señalado a "un cambio real" como el objetivo primordial en Siria.

Esto se traduciría en la salida de Al Assad, ya que no ha comenzado una transición política de las características yemeníes, ni tampoco se ha registrado una reducción de la violencia, ha argüido Rhodes.

Un alto cargo de la Casa Blanca y consejero sobre seguridad nacional, Ben Rhodes, ha precisado que la prioridad actual es garantizar un acceso seguro a los observadores de la ONU. "No se va a poder solucionar este problema solo con observadores y altos el fuego", ha indicado, "se necesita un proceso político en marcha que responda ante el pueblo sirio porque, en su defecto, no se va a resolver el problema" sirio.

Por contra, Mijail Margelov, un parlamentario ruso y socio del primer ministro de Rusia, Dimitri Medvedev, ha ahondado que, independientemente del apoyo al Gobierno sirio, la cuestión principal es "quién va a reemplazar" a Al Assad.

Más de 9.000 personas han fallecido en Siria, según estima la ONU, desde el comienzo de los levantamientos contra el régimen sirio en marzo del año pasado. La violencia se ha recrudecido a pesar del despliegue de una misión de observadores de la ONU, quienes incluso han sido objeto de ataques. La autoría de estas acciones y de los atentados aún no se ha esclarecido, si bien Damasco las atribuye a "grupos terroristas armados", una denominación a la que recurre con asiduidad cuando alude a los rebeldes armados, el Ejército Libre Sirio (ELS). A todo ello se suma la cada vez más patente división en el seno de la oposición siria, máxime en su principal estandarte, el Consejo Nacional Sirio (CNS), acusado de ignorar a las minorías. Las cifras de la represión no han podido ser constatadas debido a la ausencia de periodistas sobre el terreno.