Polonia se prepara para recibir al sucesor de Juan Pablo II mientras los no católicos observan el viaje con expectación
ROMA/VARSOVIA, 25 May. (EUROPA PRESS) -
El Papa Benedicto XVI viajará hoy a Polonia para recorrer los lugares unidos a la vida y el ministerio sacerdotal de su antecesor Juan Pablo II y cumplirá así "un deseo que desde hace tiempo llevaba en el corazón". "Mañana iré a Polonia, patria del amado Papa Juan Pablo II, recorreré los lugares de su vida y de su ministerio sacerdotal y episcopal. Agradezco al Señor por la oportunidad que me ofrece para realizar un deseo que desde hace tiempo llevaba en el corazón", dijo ayer el Papa durante la audiencia semanal.
El Pontífice visitará entre hoy y el 28 de mayo Polonia en un viaje en el que pasará por Varsovia y Cracovia, el santuario mariano de Jasna Góra y Wadowice, ciudad natal de Karol Wojtyla. También acudirá al campo de exterminio de Auschwitz, y pidió que los fieles le acompañen con su oración.
Benedicto XVI pidió a la Virgen que "ayude a la comunidad católica polaca a afrontar, con una incisiva acción evangelizadora los desafíos del momento presente" y a "obtener para esta nación una renovada primavera de fe y de progreso civil, conservando siempre viva en la memoria la figura de mi gran predecesor", añadió.
El Papa Benedicto XVI acudirá durante su viaje a algunos de los lugares más queridos por su antecesor, Juan Pablo II, y a otros clave para la historia del Holocausto, como el campo de exterminio de Auschwitz.
Benedicto XVI llegará a Varsovia hoy, donde será recibido por el presidente de la República, Lech Kaczynski, y hará su primera parada en la catedral de San Juan, donde está previsto un encuentro con el clero y con miembros de la Conferencia Episcopal polaca.
Después se trasladará al Palacio arzobispal donde residirá en su estancia en Varsovia, y por la tarde acudirá al palacio presidencial, donde se encontrará de nuevo con el presidente de la República y el primer ministro, Kazimierz Marcinkiewicz, así como con los presidentes de las dos Cámaras del Parlamento. Tras el encuentro político, al final de la tarde, está previsto uno ecuménico, con los miembros de la Iglesia luterana de la Santísima Trinidad.
Mañana viernes 26 de mayo será la primera celebración de misa en tierra polaca, en la Plaza de la Victoria de Varsovia, símbolo de la historia del país y de los católicos, ya que en este mismo lugar celebró misa Juan Pablo II en su primer viaje el 2 de junio del 1978. Allí Benedicto XVI celebrará una misa multitudinaria.
Por la tarde está previsto que el Sumo Pontífice acuda a Czestochowa para la visita al santuario mariano de Jasna Góra, donde se venera a la Virgen Negra, que tanto apreciaba el Papa Juan Pablo II. Allí el Pontífice realizará una oración ante el icono de la Virgen, tras lo que seguirá un encuentro público que prevé la recitación de las letanías marianas del mes de mayo.
El Papa después se trasladará a la ciudad de Cracovia, donde residirá también en el palacio del arzobispado para el sábado 27 dedicar toda la jornada al recuerdo de Karol Wojtyla, pues comenzará el día con una misa privada en la Cripta de Catedral de Wawel, ante las tumbas de San Stanislao y Santa Edwige.
Después irá en coche al pueblo natal de Juan Pablo II, Wadowice y visitará la Basílica de la Inmaculada Concepción y la casa donde nació Karol Wojtyla, que ahora es un museo, y en la plaza de Rynek dedicará un discurso a los habitantes de la ciudad.
De regreso a Cracovia, hará una parada en la capilla de la Virgen de Kalwaria, un lugar donde Juan Pablo II realizó numerosas peregrinaciones durante su juventud. Asimismo se reunirá con los jóvenes en el Santuario de la Divina Misericordia de Lagiewniki, consagrado por Juan Pablo II en su última visita en 2002 y dedicado a sor Faustina Kowalska, una figura muy presente en la espiritualidad de Karol Wojtyla y a quien se debe la fiesta de la Misericordia.
Esa tarde también visitará la catedral de Wawel y después se trasladará al parque de Blonie donde tiene previsto un encuentro con los jóvenes.
RECUERDO DE LAS VICTIMAS DEL HOLOCAUSTO
El último día del viaje de Benedicto XVI estará dedicado al Holocausto. Por la mañana realizará una Misa multitudinaria en le explanada del parque Blonie y por la tarde acudirá al campo de exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau.
El Papa seguramente se recogerá en oración ante el Muro de la muerte y después visitará el bloque 11, símbolo del martirio de millones de personas, así como también visitará la tumba donde murió San Maximiliano Kolbe.
Muchos polacos no católicos, estarán especialmente pendientes de la visita del Papa a los campos de concentración de Auschwitz y Birkenau, donde el régimen nazi exterminó a 1,5 millones de personas y que hoy día es símbolo del genocidio y el terror. Para muchos judíos polacos, la visita está cargada de simbolismo, ya que Benedicto XVI perteneció a las Juventudes Hitlerianas y formó parte del Ejército alemán, del que desertó antes del fin de la II Guerra Mundial.
"Creo que esta visita dará la oportunidad de reconciliación y diálogo (entre católicos y judíos) a un nivel mucho más alto", manifestó el rabino jefe polaco, Michael Schudrich, quien participará en el acto de Auschtwitz junto al Papa recitando un 'Kaddish', la oración judía para la muerte.
Antes de volver a Roma pasará por el campo de concentración de Birkenau para orar ante el Monumento Internacional a las víctimas construido al lado del horno crematorio número dos, donde se encontrará con una delegación de supervivientes al exterminio.
MEDIDAS ESPECIALES
Polonia se ha preparado con entusiasmo para la visita del Papa. Benedicto XVI tratará así de conectar con un país que durante 26 años se mantuvo orgulloso de que el Sumo Pontífice Juan Pablo II fuese polaco. En las inmediaciones de la catedral de Varsovia ya se pueden encontrar carteles que señalan: "Bienvenido Benedicto XVI. Santo Padre, refuerza nuestra fe".
En el marco de estas preparaciones, Polonia ha eliminado las tasas de visado para ciudadanos de los países vecinos del este de Europa con objeto de facilitar a los peregrinos católicos el viaje para ver a Benedicto XVI, según informó el ministro del Interior, Ludwik Dorn.
Así, la tarifa actual para el visado de entrada en Polonia ha quedado suspendida en las fronteras de Bielorrusia (desde donde se esperan unos 2500 peregrinos), Ucrania y Rusia. Además, los peregrinos no tendrán necesidad de probar que llevan la cantidad mínima de dinero exigida para pasar 10 días de estancia en Polonia (1000 zlotys o 250 euros).