Vaticano/China.- Un cardenal de Hong Kong dice que la Iglesia se enfrenta a "momentos cruciales" en China

Actualizado: jueves, 8 marzo 2007 12:21

ROMA, 8 Mar. (EP/AP) -

El cardenal de Hong Kong Joseph Zen criticó hoy las ordenaciones de obispos por China sin la aprobación del Papa, y advirtió de que el Vaticano se enfrenta a "momentos cruciales", al buscar la normalización de las relaciones con el Gobierno chino, mientras protege los intereses de los católicos del gigante asiático.

"He escuchado (información) de detenciones recientes, la situación es todavía peligrosa y confusa", explicó el cardenal en una entrevista con la AP.

En estos momentos, una delegación de la Santa Sede se encuentra en Vietnam para discutir la posibilidad de establecer relaciones diplomáticas, pero Zen se mostró mucho más escéptico sobre la posibilidad de que esto mismo se pueda producir en Beijing. "Veo signos de mejora en Vietnam, pero en China vivimos un momento crucial. Diría que podemos esperar una mejoría, pero también hay peligros", aseguró el cardenal.

Zen se encuentra en estos momentos en Roma para comparecer en sus habituales consultas con el Vaticano y con vistas a estudiar el mensaje que está previsto que remita Benedicto XVI a los católicos chinos en apenas semanas sobre el estado de la Iglesia en el país asiático. Conociendo al Santo Padre, espero que la misiva sea clara en ideas y muy cálida en el tono", añadió.

Los vínculos de Beijing con el Vaticano se rompieron en 1951 tras la llegada al poder del Partido Comunista Chino. El culto sólo está permitido en iglesias controladas por el Gobierno, quien es el que nombra a los cargos eclesiales en el país. Se cree que podría haber doce millones de católicos en congregaciones no oficiales fieles a Roma.

La Iglesia Patriótica China, la institución estatal que nombra a obispos y cardenales, ordenó el año pasado a tres obispos de forma unilateral, a pesar de que es relativamente frecuente que se acuerden los nombramientos tácitamente. Esta iniciativa china provocó las protestas del Vaticano por unos nombramientos que Zen calificó de "herida muy grave para la unidad de la Iglesia".

"Si existe una razón para el menor optimismo, creo que está en los hechos de esas ordenaciones ilegítimas, que son muy serias.

"Una vez normalizadas las relaciones, sería natural una visita del Papa, pero sin las garantías adecuadas, una visita no significaría nada para mi", concluyó Zen.