Vaticano-Pío XI reconoció la II República pero no a Franco, según documentos inéditos de los archivos secretos vaticanos

El historiador valenciano Vicente Cárcel inició este estudio después de que el Vaticano abriera en septiembre estos fondos históricos

Europa Press Internacional
Actualizado: martes, 12 diciembre 2006 14:55

ROMA, 12 Dic. (EUROPA PRESS) -

El historiador valenciano Vicente Cárcel aseguró hoy que el Papa Pío XI "aceptó la II República desde el primer día sin poner ninguna pega" pero "no se volcó inmeditamente a favor de Franco". A estas conclusiones llegó este investigador eclesiástico, después de analizar los documentos inéditos del archivo secreto de Pío XI referentes a la Historia de España.

"El Papa Pío XI no se volcó inmediatamente a favor de Franco. La actitud que tuvo el Papa no es la que nos habían dicho", explicó Cárcel, quien presentará esta tarde en Roma dicho estudio en el Centro Español de Estudios Eclesiásticos y estará presidido por el embajador de España ante la Santa Sede, Francisco Vázquez.

El historiador inició este trabajo después de que en el mes de septiembre se abrieran oficialmente los fondos históricos correspondientes al Pontificado del Papa Pío XI. Así Cárcel estudió los documentos inéditos relativos a la Historia de España del periodo que abarca de 1922 a 1938 en los que se habla de la monarquía, la dictadura de Primo de Ribera, la II República, la Guerra Civil, la persecución religiosa y Franco.

Sobre las relaciones del Vaticano con Franco, Cárcel explicó que "pasaron dos años de largas negociaciones hasta que el Papa Pío XI, en el verano del 38, se decide a reconocer a un Gobierno que se llama Nacional y que lo preside Franco", explicó Carcel Ortí, quien precisó que "desde 1936 hasta 1938 el Vaticano no reconoce a Franco".

LA IGLESIA Y LA II REPÚBLICA

Con respecto a la II República, Cárcel encontró en estos documentos que pese a que las relaciones con el Vaticano "eran muy difíciles", al venir desde el principio marcada por la "persecución religiosa", la Santa Sede "aceptó desde el primer día" la II República "sin poner ninguna pega".

"La Santa Sede habló y trató con quienes en cada momento tuvieron el poder de hecho. Negoció con la República, aunque no tenía legitimidad política porque se autoproclamó sin un referéndum, no tuvo poder de derecho pero sí de hecho, y por tanto el Vaticano lo acató y a los obispos les escribió indicándoles que tenían que acatar ese gobierno que es el que tenían", explicó.

Asimismo, añadió que el Vaticano reconoció la República "hasta el final" y "cuando vio que se desmoronaba, que era una persecución continua y que era imposible colaborar con ella, se fue acercando a la otra España: la de Franco".

FRANCO: "CON MUCHÍSIMAS RESERVAS".

Sobre la relaciones con Franco explicó que, según los documentos que se pueden consultar que son los del Pontificado de Pío XI, quien murió el 10 de febrero de 1939, "se produce un acercamiento con muchísimas reservas debido al fuerte influjo por parte de los nazis".

El Papa acababa de publicar una encíclica condenando el paganismo del nazismo alemán. Además, escribió al entonces Nuncio Apostólico en España "para que aconsejara a Franco que no se dejara dominar por Hitler en beneficio de España".

A su vez, Franco, a través del Nuncio, hace saber al Papa su "agradecimiento a Alemania por la ayuda en la guerra, sin embargo, añade que conoce el peligro que existe en esas relaciones y le explica su decisión de retirar de España al embajador alemán por considerarlo considera puro nazi". "Franco mantuvo relaciones, lo más frías posibles sin romperlas, con el régimen alemán, antes de empezar la guerra mundial y de terminar la guerra civil", explicó.

Entre los documentos que se pueden consultar en los fondos históricos correspondientes al Pontificado del Papa Pío XI, figuran cartas del Nuncio de España al Papa, carta de los párrocos a los obispos y de los obispos españoles al Nuncio y materiales de la época como periódicos, recortes de noticias, folletos y fotos. El objetivo de la presentación de este trabajo en Roma es lograr la edición de estos documentos como una colección documental, precisó Cárcel.

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