El viceprimer ministro turco pide al PKK que se rinda y anticipa nuevas operaciones en Irak

Actualizado: domingo, 16 diciembre 2007 12:08


ANKARA, 16 Dic. (EP/AP) -

El viceprimer ministro turco, Cemil Cicek, pidió hoy a los rebeldes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) que depongan sus armas, y anticipó nuevos ataques contra las posiciones de las milicias en el norte de Irak, como las que han tenido lugar a lo largo de esta mañana.

Cicek, también portavoz del Gobierno, afirmó que Turquía estará dispuesta a acometer nuevas ofensivas en el norte de Irak "con determinación, cuando sea necesario".

"Este llamamiento es para todos los miembros de esta organización terrorista", declaró Cicek a la agencia de noticias Anatolia, antes de dirigirse a los milicianos. "No podéis conseguir nada, alcanzar ningún resultado por este camino", afirmó. "Regresad con vuestros padres, con vuestras madres y con vuestras familias, mientras aún queda tiempo"

Estas declaraciones llegan después de que al menos cincuenta aviones de combate turcos bombardearan las posiciones de las milicias del PKK a lo largo de esta madrugada y parte de la mañana de hoy, un ataque en el que al menos una mujer podría haber muerto, de acuerdo con un funcionario local iraquí.

Los aviones atacaron objetivos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), en regiones cercanas a la frontera con Turquía, así como en la montaña Kandil, más allá de la línea fronteriza, informaron los militares mediante un comunicado difundido en su página de internet.

Después de que los aviones abandonaran la zona de operaciones, el Ejército siguió disparando contra los objetivos en el norte de Irak, con armas de largo alcance, informaron los militares. Varios testigos pudieron ver unidades de artillería que disparaban hacia Irak en las primeras horas del domingo, desde la población de Cukurka, donde convergen las fronteras de Turquía, Irán e Irak, según imágenes de la agencia de noticias privada Dogan.

En Irak, un funcionario dijo que los aviones turcos bombardearon 10 aldeas kurdas, donde una mujer murió y otras dos resultaron heridas.

Abdulá Ibrahim, un administrativo de Sangasar, reconoció que había bases de los rebeldes kurdos en la zona, a unos 170 kilómetros de la frontera con Turquía. Sin embargo, precisó que esas bases estaban lejos de las aldeas atacadas.