Villepin dice que llevará "hasta el final la batalla por el empleo" como respuesta a los rumores de dimisión

Actualizado: jueves, 6 abril 2006 15:04


PARÍS, 6 Abr. (EUROPA PRESS/Javier Gómez Muñoz) -

El primer ministro francés, Dominique de Villepin, afirmó hoy, en su conferencia de prensa mensual, que "ha llegado la hora de salir de la crisis" provocada por el Contrato Primer Empleo (CPE). Asimismo, hizo un llamamiento a la "responsabilidad" de las partes implicadas en el conflicto para recobrar "la calma" y "la unidad del país".

Villepin aseguró estar "dispuesto a llevar la batalla por el empleo hasta el final", en razón de su "sentido de la responsabilidad y del Estado", lo que parece descartar el rumor de su posible dimisión. Ayer, en la Asamblea Nacional, el primer ministro abrió la puerta a un cese al asegurar que sacará "todas las conclusiones que se impongan" tras las conversaciones iniciadas entre el grupo parlamentario de la UMP, dos ministros y las organizaciones sindicales y estudiantiles contrarias al CPE.

El jefe del Gobierno pidió que se espere hasta que culmine este "diálogo sin a prioris" para sacar "conclusiones" y se negó a dar por muerto el CPE. "Hay que ser prudentes. Lo esencial es ganar la batalla por el empleo de los más desfavorecidos y no sacar conclusiones de antemano", explicó Villepin. "El CPE crea miedos e incertidumbres. Busquemos la forma de responder a estos miedos y una solución que satisfaga a todos", reconoció.

El primer ministro lanzó a los sindicatos la pregunta de si están dispuestos a aceptar "la necesidad de flexibilidad" de la economía francesa "para dar un empleo a todos". "Así lo deseo", expresó el responsable del Ejecutivo francés, cuya popularidad ha caído en picado en las últimas semanas. Villepin explicó su deseo de una "sociedad de riesgo controlado, pero no de una sociedad inmóvil de riesgo cero".

"Todos los estudiantes deben poder volver a clase y estudiar para pasar sus exámenes", dijo el primer ministro, en relación al riesgo de que el curso escolar no pueda cerrarse este año por el bloqueo de los centros universitarios que llevan a cabo los militantes anti CPE.

"El respeto de las reglas republicanas es una condición para la vuelta a la calma", agregó el dirigente, mientras tres de cada cuatro universidades del país y unos 300 institutos siguen siendo escenario de protestas.

"Los jóvenes pueden creer en nuestro país (...), pueden contar con la protección del Estado en caso de dificultades. Francia puede seguir siendo una tierra de esperanza", expresó Villepin, en un tono mucho más conciliador que el de las últimas semanas.

El primer ministro reconoció "la difícil situación" en la que se halla el país y asumió los "malentendidos" derivados de su "actuación rápida", pero la justificó con la intención de "lograr resultados".

Según el dirigente galo, el CPE es una respuesta a la crisis de lo suburbios vivida en noviembre. "No es normal que en este país haya un 23 por ciento de los jóvenes desempleados, y un 40 por ciento entre los menos preparados", añadió.

El jefe del Ejecutivo negó que haya divisiones en el centroderecha sobre el CPE y explicó que el Gobierno está "unido". Villepin también asumió la paternidad de la decisión de que sea mediante una proposición legislativa como se corrija la ley del 'contrato joven', promulgada el pasado domingo por el presidente Chirac.

Villepin desgranó una serie de propuestas menores en materia de empleo y resumió sus tres nuevas prioridades: la seguridad de la carrera profesional de los trabajadores, la lucha contra la pobreza y la exclusión y reforzar los lazos entre la universidad y el empleo.

"El corazón de la ansiedad social francesa proviene del futuro que reservamos a nuestros jóvenes. Mientras todo sea difícil para muchos de ellos, todo será difícil para nuestro país", dijo Villepin.