NUEVA YORK 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Departamento de Estado norteamericano mantiene que Arabia Saudí sigue siendo el principal origen de los patrocinadores del terrorismo islamista suní, en colaboración con sus vecinos árabes: los Emiratos, Qatar y Kuwait. Ninguno de estos países demuestra una verdadera predisposición para combatir la amenaza y su capacidad para buscar y destruir células terroristas es muy limitada.
Los cables enviados por Hillary Clinton son reveladores, en este sentido. "Llevamos tiempo intentando convencer a los saudíes de que la amenaza terrorista que el terrorismo financiado desde su propio país debe ser una estrategia prioritaria", indica la secretaria de Estado en el memorándum, que concluye asegurando que "los mecenas saudíes constituyen la fuente de financiación más significativa de los grupos terroristas suníes en todo el mundo".
La financiación en países europeos "es importante, pero el dinero está en el Golfo", aseguró un funcionario del Departamento del Tesoro británico en uno de los cables. Así, desde Riad se envían "probablemente millones de dólares" a grupos como Al Qaeda, los talibán o el paquistaní Lashkar e Taiba, sobre todo durante las festividades musulmanas, en particular el Hajj o el Ramadán. Poco o nada hacen los servicios de inteligencia para impedirlo, ya que "funcionan completamente dependientes de la CIA".
Incluso el responsable saudí de la célula antiterrorista, el príncipe Mohamed bin Nayef, reconoce que "se hace lo que se puede, pero si el dinero quiere salir, se va".
Sobre los países satélite en torno a Arabia Saudí, los cables muestran un panorama pesimista: los Emiratos Árabes Unidos son un "vacío estratégico", Qatar es "el peor país de la región" y Kuwait sirve de "punto clave de tránsito" para los terroristas. Y todos ellos, en algún momento, han llegado a acusar a Estados Unidos de "intervenir torpemente en la región esgrimiendo débiles acusaciones contra los mecenas sospechosos".
Con respecto al modelo de financiación que siguen los terroristas, la administración Obama mantiene discrepancias internas. En algunos cables se subraya que la red terrorista internacional Al Qaeda "atraviesa un mal momento y que su capacidad para recaudar fondos ha disminuido", pero otros documentos revelan que la organización ha cambiado los criterios recaudadores: aumenta el número de donantes, pero sus transferencias siempre contienen cantidades de dinero por debajo del límite mínimo por el que deben ser declaradas.