WASHINGTON 3 Sep. (EUROPA PRESS) -
Decenas de miles de personas se han manifestado en varias localidades de Yemen tras las oraciones del viernes para presionar al presidente, Alí Abdulá Salé, para que abandone el poder, cuando se cumplen siete meses de protestas contra el Gobierno yemení.
En las manifestaciones, los asistentes han asegurado que pararan hasta que sus demandas se vean cumplidas. "Vamos a estar aquí incluso si hay una guerra civil", ha afirmado Abdul Rahaman Abdulá, un militar, en la concentración celebrada en la principal avenida de Saná, la capital yemení.
"Ya son siete meses y vamos a permanecer aquí aunque el resto del mundo no nos apoye", ha añadido Abdulá, entre gritos de '¡Si Dios quiere!'.
Un imán, montado en un camión pick-up, ha destacado a la multitud la "revolución pacífica" que es la de Yemen "desde el comienzo hasta el final", en un mensaje que se repite casi todos los viernes en las sucesivas jornadas de protestas antigubernamentales.
"Nuestra meta es grande y lleva su tiempo", ha explicado Nadia Abdullah, de 27 años y estudiante de negocios. "Necesitamos escalar", si bien admite "no saber cómo", según ha informado el diario norteamericano 'The New York Times'.
La revolución en Yemen se ha estancado y las maniobras políticas siguen siendo estériles, al mismo tiempo que la guerra civil parece vislumbrarse como un más que probable desenlace final. Salé continúa siendo atendido por los servicios médicos de Arabia Saudí desde el mes de junio, cuando su palacio residencial fue atacado por los opositores, y Yemen sigue sumido en la pobreza y en la paralización económica.