Zeidan afirma que no usará la fuerza contra las milicias revolucionarias y aboga por el diálogo

Europa Press Internacional
Actualizado: jueves, 9 mayo 2013 4:47

MADRID 9 May. (EUROPA PRESS) -

El primer ministro de Libia, Alí Zeidan, ha afirmado este miércoles durante una rueda de prensa concedida en Trípoli que no usará la fuerza contra las milicias revolucionarias y ha abogado por el diálogo para solucionar la crisis política.

El mandatario ha indicado que el uso de la fuerza contra revolucionarios y civiles "era una preocupación para los gobiernos anteriores", desmarcando a su Ejecutivo de la toma de medidas violentas para suprimir el disenso en la sociedad.

Sin embargo, ha apuntado que el país "necesita generar urgentemente una cultura del debate", al tiempo que ha indicado que en los últimos meses "ha habido malos entendidos en algunos asuntos", si bien no ha especificado cuáles concretamente.

"No hay suficiente debate. Desde principios de diciembre he acordado con el Congreso General Nacional y con Naciones Unidas el inicio de un debate nacional", ha revelado el primer ministro, según ha informado el diario 'The Libya Herald'.

"Me he reunido con los grupos políticos y con los revolucionarios y hemos acordado iniciarlo. Expreso mi deseo de comunicarme con el público", ha agregado, en un reconocimiento tácito del fracaso de las políticas de comunicación de su Gobierno.

Respecto a las tensiones desatadas en los últimos días debido al asedio por parte de varias milicias de dos ministerios, concretamente los de Exteriores y Justicia, Zeidan se ha mostrado sorprendido y ha resaltado que "todos los ministerios tienen miembros del antiguo régimen (del exlíder Muamar Gadafi) en sus filas".

Los milicianos iniciaron los asedios hace una semana para solicitar al Congreso Nacional General la aprobación de la Ley de Aislamiento Político, algo que hizo el domingo. Esta legislación impide ocupar puestos de responsabilidad a quienes ocuparon cargos políticos durante el Gobierno de Gadafi.

En este sentido, ha recalcado que la ley será implementada "en su totalidad" y ha resaltado que considera que esta legislación "era necesaria para proteger la revolución". Asimismo, ha aplaudido la decisión de algunos milicianos de poner fin al asedio y ha mostrado su deseo de que los asedios "terminen próximamente en su totalidad".

Sin embargo, los milicianos, que celebraron la aprobación de la ley, aumentaron sus demandas inmediatamente después y solicitaron la dimisión de Zeidan, al que acusan de haber pertenecido al Gobierno de Gadafi.

Zeidan fue diplomático durante el Ejecutivo de Gadafi, pero la nueva ley no especifica claramente a partir de qué nivel los funcionarios no podrán ocupar cargos de responsabilidad en el nuevo sistema político.

Por último, el primer ministro ha indicado que algunos miembros de milicias revolucionarios le amenazaron para que aprobara dicha legislación, y que uno de los combatientes llegó a activar una granada frente a él durante las negociaciones.

"Los rebeldes activaron una granada frente a mi, pero nadie resultó herido porque no explotó y fue llevada rápidamente al exterior de la sede de mi oficina", ha dicho, antes de afirmar que otro revolucionario puso una pistola en su mesa y le dijo que "podría usar fácilmente la fuerza" contra él.

Las presiones de los milicianos contra el Gobierno provocaron el martes el anuncio de dimisión por parte del ministro de Defensa, Mohamed Barghathi, si bien éste la retiró horas después a petición de Zeidan y de la cúpula militar.

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