Zeidan despliega al Ejército en Zawiya para acabar con los choques entre residentes y la tribu Warshefana

Actualizado: martes, 17 diciembre 2013 20:48

MADRID, 26 Ago. (EUROPA PRESS) -

El primer ministro de Libia, Alí Zeidan, ha ordenado desplegar al Ejército en la ciudad de Zawiya (noroeste) para poner fin a los enfrentamientos entre la población local y la tribu Warshefana, que han dejado seis muertos y decenas de heridos.

A través de un comunicado, ha informado de que, tras estudiarlo durante horas con el ministro de Defensa, Abdulá al Thinni, y el presidente del Congreso y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Nuri Abu Sahmain, ha ordenado desplegar al Ejército en Zawiya.

El primer ministro ha deplorado "los desafortunados incidentes en Zawiya", especialmente "el uso excesivo de las armas por gente sin autorización para ello", y ha instado a las dos partes a "cesar los combates e iniciar un diálogo".

Zeidan ha aprovechado para hacer un llamamiento a "todos los libios" para "que entreguen las armas que tengan en su poder" con el fin de "limpiar el país de armas ilegales", ya que "son una fuente de peligro e inestabilidad".

Los disturbios comenzaron el pasado jueves, cuando un grupo de hombres warshefana atacó un centro médico de Zawiya, acabando con la vida de dos personas y secuestrando a otra. Un día después, los habitantes locales irrumpieron en la ciudad de Zahra, controlada por los warshefana, en búsqueda de venganza, dando lugar a un enfrentamiento armado.

Los vecinos han señalado que los choques han sido especialmente virulentos en la cercana localidad de Maya, donde las partes han llegado a utilizar armamento pesado. "No hemos podido dormir por eso", ha relatado uno de ellos.

Además, fuentes consultadas por el diario 'Libya Herald' han indicado que los trabajadores de la refinería ubicada en Zawiya se han negado a seguir con sus tareas hasta que las autoridades restauren la seguridad en la zona.

Libia vive una gran estabilidad desde la caída del régimen de Muamar Gadafi, el 20 de octubre de 2011, debido, sobre todo, a la negativa de las milicias que ayudaron a derrocarlo a entregar las armas y unirse a las fuerzas regulares.

Para hacer frente a esta situación, el nuevo Gobierno ha reconocido a algunas milicias --uniéndolas en la brigada Escudo de Libia y poniéndolas bajo la supervisión de los ministerios de Interior y Defensa--, pero otras siguen al margen de su autoridad.

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