Águilas de Harris controlarán la población de palomas en la Playa de Las Canteras de Las Palmas de Gran Canaria

Águila de Harris volando en Las Canteras
CEDIDO POR AYUNTAMIENTO DE LAS PALMAS DE GRAN CANA
Actualizado: miércoles, 11 marzo 2015 15:01

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha puesto en marcha este miércoles el uso de aves rapaces, en concreto tres Águilas de Harris, como método complementario para el control demográfico de las palomas urbanas en la Playa de Las Canteras.

Así, los concejales de Salud Pública y Limpieza, Mimi González y Óscar Mata, respectivamente; junto con el especialista en control de fauna urbana de la empresa Necaex, Carmelo Walo, han asistido al primer vuelo de estas aves de presa para ahuyentar a las palomas de esta zona de la ciudad.

El vuelo de las águilas e incluso su presencia sirve para provocar incomodidad en la población de palomas en la playa. Este sistema, que se utiliza de manera habitual en los aeropuertos, es considerado por los expertos como un método eficaz, selectivo, ético con el bienestar animal y sostenible.

Por su parte, el Consistorio ha evaluado este sistema con diferentes pruebas pilotos que han demostrado su eficacia antes de adoptar este singular sistema entre las campañas periódicas que se llevan a cabo para alcanzar un censo sostenible de las palomas en la ciudad.

El uso de la cetrería para controlar estas aves se basa en el miedo genético que soportan estas aves hacia sus principales depredadores, las rapaces, lo que les obliga a desplazarse para evitar su encuentro.

Para el control de fauna que ha arrancado este miércoles, en el Paseo y en la Playa de Las Canteras, se usarán varios individuos de Águilas de Harris (Parabuteo unicinctus) que irán provistas de cascabeles, así como emisores de búsqueda con telemetría, para evitar su pérdida. Todas las aves han nacido en cautividad, poseen anilla cerrada y están inscritas en el registro de cetrería del Cabildo de Gran Canaria.

Las aves volarán a diferentes horas del día, de forma discontinua, cuatro días a la semana durante aproximadamente una hora. Este método de basa su eficacia en el miedo real que tiene la presa hacia su depredador, con lo que se logra ahuyentarla y obligarla a cambiar el hábito de volar o dormir en la zona.