LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
El juicio de la Audiencia Provincial de Las Palmas por la muerte de Romina Celeste en la isla de Lanzarote a manos presuntamente de su pareja a finales de 2018 ha comenzado este viernes, 2 de junio, en la Ciudad de la Justicia de la capital grancanaria tras constituirse el jurado.
En este mismo día el acusado de la muerte de Romina, el que era su marido, Raúl Díaz, ha prestado declaración en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial y ha reconocido todos los hechos de los que se le acusa y por los que se le juzga, tales como son el delito de homicidio, maltrato habitual, lesiones, profanación de cadáver y simulación de delito.
En concreto, ha admitido en el juicio oral los principales hechos de los que se tienen pruebas, que se prevén sean ratificadas el 5 de junio por testigos, y que se trata del episodio del día 8 de agosto de 2018 y del ocurrido entre los días 27 y 28 de diciembre de ese mismo año, cuando ha reconocido que golpeó a Romina.
Asimismo ha reconocido que cuando la golpeó lo hizo por considerar a la joven en inferioridad, al igual que ha admitido que quemó su cuerpo y se deshizo de ella.
Con el reconocimientos de estos hechos, el acusado será probablemente condenado por la Sala a 15 años, nueve meses y cuatro días de prisión tras haberlo pactado las partes porque, según ha expuesto el abogado defensor de Raúl Díaz, el presunto autor de los hechos "ha valorado el dolor que ha causado" a la familia de Romina y a la suya propia, y lo que quiere es "acabar con esto".
En este sentido, su defensa ha indicado que "nunca se puede satisfacer el dolor de una muerte a una familia", sin embargo puntualizó que este proceso "se puede acortar", de ahí que el 5 de junio le tocará el turno de declarar a los responsables del atestado para ratificar los hechos, así como a una pareja amiga de Romina como testigos y a los médicos.
Todas las partes solicitan homicidio, a excepción de la acción popular que pide que el acusado sea juzgado por el delito de asesinato, al entender que la muerte de Romina fue sorpresiva y que el agresor no tenía patologías, así como por la "frialdad", señala la abogada de la acusación que representa al Gobierno canario, de denunciar la desaparición de la joven a sabiendas de lo que había hecho.
