El 'boom' urbanístico devora el 10 por ciento de la costa canaria

Actualizado: lunes, 19 febrero 2007 20:00


CANARIAS, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -

El 'boom' urbanístico del último decenio ha devorado el 10 por ciento de la costa canaria. La Comunidad Autónoma es la quinta región española con una mayor proporción de suelo construido. El desenfrenado desarrollo de la cultura del cemento, manifestada con contundencia en el Mediterráneo, empieza ahora a desplazarse al litoral Atlántico y Cantábrico. En 2005, Canarias fue la novena autonomía con mayor volumen de edificación residencial. El turismo de calidad se encuadra entre las nuevas amenazas de los sectores estratégicos económicos por la elevada construcción y destrucción de valores más demandados por los turistas, entre ellos, la calidad ambiental y el compromiso por la sostenibilidad de unas islas en las que la emisión de gases contaminantes es cinco veces mayor de lo permitido en el Protocolo de Kioto.

El Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE) ha analizado la ocupación del suelo en todo el Estado en el año 2000 y su evolución entre 1987 y 2000 interpretando los datos obtenidos vía satélite, científicos y estadísticos de diversas instituciones públicas. Las conclusiones asombran por sobrecogedoras.

El sorprendente crecimiento económico español de los últimos 20 años ya ha desvelado su lado negativo mediante la invasión del ladrillo en la costa, el aumento de regadíos artificiales como los campos de golf y la disminución de zonas forestales, agrícolas y humedales. Todos estos datos están recogidos en una publicación, denominada 'Cambios en la ocupación del suelo en España'.

Una décima parte del litoral canario está devorado, en su primer kilómetro costero, por la construcción. Aunque este porcentaje es el segundo más bajo de todas las autonomías costeras, leyes como la moratoria tienen más sentido que nunca salvo que se pretendan alcanzar los niveles de Andalucía y el Mediterráneo.

Un tercio del litoral de las islas Baleares está colonizado por el ladrillo. Este porcentaje aumenta al 47 por ciento en provincias como la de Málaga. En la actualidad, las tres áreas referidas tienen un denominador común como es la investigación judicial de presuntos casos de corrupción urbanística.

El estudio evidencia que el gris cemento se impone por toda la geografía española. En el periodo 2000 a 2005, según este trabajo, las superficies artificiales han aumentado entre un 20 y un 30 por ciento. Estas áreas artificiales son identificadas como los suelos ocupados por instalaciones deportivas y recreativas, zonas verdes urbanas, en construcción, vertederos y escombreras, aeropuertos, puertos, autopistas, zonas industriales y comerciales y el tejido urbano continuo, entre los principales.

Canarias es la quinta autonomía de España donde el hormigón se ha comido más terreno. En las islas, el 4,6 por ciento de su superficie ha sido construida. Le siguen, en sentido creciente, Cataluña, la Comunidad Valenciana (5 por ciento), Baleares (6,2 por ciento) y Madrid (11,9 por ciento).

La tasa de viviendas por mil habitantes por año se ha disparado hasta colocar a España (44 millones de residentes) a la cabeza de Europa, y muy por encima de países como Alemania (82 millones de habitantes), Francia (63 millones de residentes) y Reino Unido (60 millones de habitantes). Por autonomías, el Archipiélago aparece como la novena región con un mayor volumen de edificación residencial en 2005.

La expansión de las urbanizaciones genera a su vez la necesidad de generar nuevas infraestructuras. Entre 1987 y 2000, las zonas comerciales, industriales y de transportes son las que más aumentaron en Canarias en término relativos (28,9 por ciento). Las dos primeras doblaron el porcentaje de ocupación llegando a ocupar 2.715,6 hectáreas.

En el año 2000, las superficies artificiales corresponden en su mayor parte a zonas urbanas (76,4 por ciento). El segundo grupo corresponde a las zonas en construcción, vertederos y minas (9,9 por ciento) seguido de las zonas industriales y comarcales (8 por ciento).

El crecimiento de superficies artificiales se produce casi exclusivamente a partir de tierras de labor y cultivos permanentes (54,5 por ciento) y espacios de vegetación arbustiva (39,2 por ciento).

La pérdida mayoritaria de las zonas agrícolas se atribuye al proceso de urbanización y el resto corresponde a las zonas industriales e infraestructuras y, en menor medida, al aumento de los vertederos y la construcción. Pero estas pérdidas se han compensado con la incorporación de nuevas tierras de cultivo procedentes de zonas de matorrales.

Canarias presenta el porcentaje más elevado de España en zonas forestales, con vegetación natural y espacios abiertos, el 72,6 por ciento. En su mayor parte se trata de áreas desaborladas y espacios con nula vegetación como las grandes rocas verticales, playas y dunas. Las pérdidas de zonas forestales están originadas, en más del 50 por ciento, por su transformación en zonas agrícolas, destinadas mayoritariamente a cultivos de secano (la viña), regadíos y frutales. El resto de la superficie forestal se reparte entre nuevas zonas urbanas y la suma de zonas industriales, redes de transporte e infraestructuras.

El estudio también destaca el mantenimiento de los embalses, las salinas y las lagunas costeras, el incremento de las superficies urbanas bajo criterios de sostenibilidad e integración en Lanzarote y la existencia de una superficie protegida muy por encima del resto de las autonomías.