ARRECIFE (LANZAROTE), 18 (EUROPA PRESS)
La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, a través de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Doctor José Molina Orosa de Lanzarote, atendió en 2008 a un total de 230 pacientes y realizó 3.828 asistencias domiciliarias, según informó el Ejecutivo regional en nota de prensa.
Además se incrementaron las visitas en 2.164, un 130.05 por ciento más que las registradas en el mismo periodo de 2007, a través de los servicios que ofrece esta Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital en la isla de Lanzarote, inaugurada en 2005.
Actualmente, la Unidad está atendida por dos médicos y dos enfermeras cuyo objetivo es proporcionar confort y calidad al final de la vida del paciente, fundamentalmente en su entorno familiar, cubriendo no sólo sus propias necesidades sino también de la familia, tanto física como psicológica.
Asimismo, las consultas telefónicas de este Servicio experimentaron un incremento, pasando de las 2.885 llamadas de 2007 a un total de 4.418 en el año 2008, un crecimiento de un 53.14 por ciento, o lo que es lo mismo, 1.533 consultas más que en 2007.
Esta actividad la realiza el equipo de soporte de Cuidados Paliativos Domiciliarios del Área de Salud de Lanzarote, que atiende a pacientes con una enfermedad oncológica avanzada, de carácter progresivo e incurable y con un pronóstico de vida limitado.
El equipo de Cuidados Paliativos a Domicilio del Área de Salud de Lanzarote también se coordina con los diferentes centros hospitalarios que tuvieran que intervenir en función del estado del paciente. Además, los profesionales pueden ofrecer asesoramiento sobre ayudas sociales y técnicas, tales como la adquisición de sillas de ruedas o camas articuladas.
El domicilio es el lugar más idóneo para seguir la evolución, control, apoyo y tratamiento de los pacientes en esta fase final cuando se reúnen las condiciones necesarias: que el paciente quiera estar en su casa, que la familia pueda atenderle, que el entorno sea el adecuado, que haya colaboración y comunicación entre los profesionales de los distintos niveles asistenciales y que haya un equipo de soporte sanitario de atención domiciliaria organizado.