LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Partido Popular ha solicitado al equipo de gobierno del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria un diagnóstico "social y técnico" de los bloques del barrio de Las Rehoyas tras visitarlo las concejales del PP Carmen Guerra y Rosa Viera.
Al respecto, la viceportavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Carmen Guerra, ha criticado las "deficiencias" acumuladas en la tramitación del Plan de Reposición Rehoyas-Arapiles después de mantener un encuentro en la tarde del lunes con la plataforma 'Fuera de la Reposición'.
Guerra cuestionó que "cómo es posible que a estas alturas el Ayuntamiento siga sin conocer las necesidades reales de cada una de las 2.500 familias de Las Rehoyas", ya que se ha conformado un nuevo colectivo que "rechaza que sus casas formen parte del proceso de reposición", según informó el PP en nota de prensa.
Por ello, inciden en la necesidad de que el equipo de gobierno diagnostique la situación de los bloques y "no se categorice al barrio de forma general", invitando a ir "puerta por puerta valorando cada casa y cada familia", algo que consideró que el Ayuntamiento "ya tenía que haber tenido hecho".
"Tiene --el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria-- desde el pasado año 2017 cinco millones de euros, incluidos en los Presupuestos Generales del Estado por el Partido Popular, para iniciar el Plan de Reposición, y aún ni tan siquiera conocer qué casas necesitan ser repuestas y cuáles no, y qué desea realmente cada una de esas familias", apostilló.
En relación con ello, el PP ha señalado que "tras tres años y medio de mandato, tanto la ciudad como el proceso de reposición de Rehoyas-Arapiles, está peor, con más contestación, incertidumbre y confusión", que cuando el equipo de gobierno compuesto por PSOE, Podemos y NC, llegaron al Ayuntamiento.
Guerra agregó que hasta el momento lo "único que se ha hecho de la reposición es una modificación del Plan General de Ordenación para destrozar el parque de Las Rehoyas, recortarlo y perder 3.600 metros cuadrados de zona libre y deportiva", así como "intentar imponer la construcción de un edificio de 160 viviendas y siete plantas que toda la ciudad ha calificado como un disparate sin sentido".
