Archivo - Un momento de la implantación del Cirugía del sistema de asistencia cardíaca ambulatoria en el Hospital de Gran Canaria Dr. Negrín - GOBIERNO DE CANARIAS - Archivo
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
Profesionales del Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín, centro adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, han implantado por vez primera en el archipiélago un sistema de asistencia ventricular a una paciente, siendo este el primer sistema de asistencia cardíaca ambulatoria de larga duración en las islas.
Así lo han indicado este lunes el director del Servicio Canario de la Salud (SCS), Conrado Domínguez, que ha presentado en rueda de prensa junto al jefe de servicio de Cirugía Cardiaca, Francisco Portela Torrón; el responsable de la Unidad de Insuficiencia Cardiaca, Antonio García Quintana; y la paciente Concepción Hernández Casañas, los detalles de la intervención.
En este sentido, han explicado que estos dispositivos implican una nueva incorporación a las diferentes terapias disponibles para tratar la insuficiencia cardíaca avanzada en Canarias, al tiempo que se convierte en un apoyo importante para el Programa de Trasplante Cardíaco puesto en marcha en el Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín a finales de 2019, según ha informado la Consejería regional de Sanidad en nota de prensa.
Este dispositivo, indicado en pacientes con insuficiencia cardíaca avanzada, permite esperar por un donante adecuado e, incluso, en determinados casos puede ser un tratamiento definitivo para aquellos que no son candidatos a trasplante por presentar alguna contraindicación.
De todos modos, matizan que "no todos" los pacientes con insuficiencia cardíaca avanzada son "candidatos idóneos" para llevar una bomba de estas características, por lo que deben ser sometidos a una "exigente valoración médica previa".
La intervención se llevó a cabo el pasado mes de junio por parte de un equipo multidisciplinar de especialistas del Hospital Dr. Negrín.
La asistencia ventricular mecánica de larga duración, comúnmente denominada como LVAD por sus siglas en inglés, es una terapia destinada a mejorar la función ventricular izquierda en pacientes con insuficiencia cardíaca avanzada.
El dispositivo consiste en una bomba totalmente implantada que conecta el ventrículo izquierdo con la aorta del paciente, siendo la bomba de tipo centrífugo y alimentándose a través de unas baterías, así como de un cable exteriorizado ('driveline').
Finalmente, señalan que el implante lo realizó un equipo de profesionales de cirugía cardíaca en el quirófano, mientras que el período correspondiente al postoperatorio transcurrió en la Unidad de Medicina Intensiva durante cinco días. Posteriormente, la fase de convalecencia se desarrolló en la planta de Hospitalización de Cardiología.
Al respecto, indican que se trata de un período determinante porque se enseña al paciente el uso del dispositivo (recarga, aseo personal, vida diaria), así como el control de la coagulación. El seguimiento ambulatorio lo realizan los profesionales de la Unidad de Insuficiencia Cardiaca Avanzada en el Hospital de Día de Cardiología.
La paciente fue dada de alta tras el implante y actualmente sigue controles en la Unidad de Insuficiencia Cardiaca "sin incidencias reseñables, con total autonomía y una notable mejoría" de la calidad de vida.