SANTA CRUZ DE TENERIFE 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, a través del proyecto Santa Cruz Sostenible, ha creado, con la colaboración del Centro Unesco de Canarias, una certificación de sostenibilidad y calidad para restaurantes y bares de la capital. A través de esta acreditación, "Establecimiento Sostenible", se distinguirá a aquellos negocios que mejor respondan, en todos los tramos de su actividad, a criterios de sostenibilidad, según informó hoy el Consistorio en una nota.
A la mesa de trabajo con la que se ha dado a conocer hoy la fase piloto del proyecto han asistido, Ilda Romana López, concejala de Calidad Ambiental, el responsable de Santa Cruz Sostenible, Tomás Azcárate, el secretario general del Centro Unesco de Canarias, Cipriano Marín, y los representantes de las entidades colaboradoras, Carlos Quintero, de OICO, y Javier Concepción, de la Cámara de Comercio. Asimismo, han estado presentes los propietarios de los restaurantes que van a participar de la implantación de esta certificación en esta fase piloto, para adaptar la misma a las circunstancias reales de sus establecimientos antes de abrir el proyecto a todo el municipio.
A lo largo de estos meses, hasta septiembre, los establecimientos participantes irán integrando en todos los procesos relacionados con su actividad medidas que cumplen con los criterios de sostenibilidad avalados por el Centro Unesco de Canarias. Se trata de un amplio abanico de actuaciones que abarca desde el tratamiento adecuado de los residuos hasta el impacto acústico, medidas de ahorro energético, procedimientos de compras, etcétera. OICO y Cámara de Comercio colaborarán en el desarrollo de estas actuaciones que culminarán en septiembre, fecha a partir de la cual la experiencia se abrirá a otros establecimientos de la capital.
Para hablar de sostenibilidad en el sector de la restauración es necesario abordar la variable ambiental, socio-cultural y económica, de tal manera que integremos todos aquellos aspectos que constituyen un comportamiento responsable.
En el primer caso, si bien la afección al medio de los restaurantes puede no ser crítica, o al menos menor que la de otros sectores, no se puede cuestionar la necesidad de desarrollar prácticas que minimicen el impacto ambiental de la actividad. En el caso de los restaurantes de Santa Cruz, ya no sólo se trata de una cuestión ética o conservacionista, sino que al no cuidar el entorno en el que actuamos estaremos afectando de forma directa sobre la calidad de los recursos naturales que sustentan la actividad turística de nuestro destino.
Mientras, el papel de la industria de la restauración en la esfera socio-cultural es clave a dos niveles: la seguridad y bienestar de las personas (visitantes, trabajadores y vecinos) y la preservación de los valores culturales propios. Una empresa sostenible es responsable de la protección de sus trabajadores, y de dar garantías de seguridad a sus visitantes. Por ello, un adecuado control de las condiciones higiénico-sanitarias es vital en el cumplimiento de este precepto, así como la disposición y conservación adecuada de instalaciones y equipos de seguridad.
VARIABLE ECONÓMICA
En las empresas y la restauración no es una excepción la necesidad de un comportamiento ambientalmente responsable es algo que ya se ha asumido hace años, concretamente desde los años 90; como resultado de la creciente sensibilización social en torno al impacto que el negocio provoca en el medio ambiente y del temor de que el no cumplimiento de los estándares exigidos provocara el rechazo de los consumidores y constituyera una desventaja frente a los competidores. Hace menos años, ya en el 2000, con el nacimiento del concepto de empresa "socialmente responsable" las empresas tuvieron que empezar a incorporar nuevas conductas que incluyeran, además del ambiental, el impacto social de su negocio, en lo relativo a los derechos de las personas y el impacto en la sociedad.
De esta forma, el concepto de empresa sostenible económicamente pasa de la mera consecución de beneficios económicos a tener que contar con un conjunto de valores que desemboquen en su legitimación social, para así poder diferenciarse de la competencia y ser elegida como la mejor opción por el consumidor. En definitiva, se crea un bucle en base al cual una empresa para poder ser sostenible ha de ser económicamente viable, y para conseguir esto necesariamente ha se asumir los valores sociales y ambientales que el consumidor le demanda.
En base a este modelo, la supervivencia de un restaurante hoy en día no está pues basada únicamente en la calidad de sus productos y servicios, sino que para ser aceptada por el público debe además ofrecer garantías de responsabilidad con el desarrollo local, mediante la contratación de proveedores y trabajadores locales, maximización de los productos endógenos, inversiones responsables, etcétera.
MÁS RESPONSABLE Y MÁS CALIDAD
La certificación que expedirá Santa Cruz Sostenible pretende "una actividad más responsable y de mayor calidad" en todos los establecimientos y no se establecen barreras para la integración en este proyecto; cualquier tipo de negocio de bar o restaurante puede sumarse a una propuesta que, a medio plazo, promoverá la inversión, con ayudas oficiales, para la mejora de las infraestructuras de los propios establecimientos que pretendan adaptarse a un marco de sostenibilidad. Los requisitos son de fácil cumplimiento, muchos de ellos suponen cumplir normas ya establecidas en la normativa vigente, y otras, buenas prácticas fáciles de asumir y con beneficios asociados, como el ahorro.
Entre otras medidas que se aplicarán en este proyecto están la gestión de residuos, gestión de vertidos, gestión de emisiones, medidas limitadoras del consumo de agua y energía, política de compras y contrataciones, higiene alimentaria, seguridad y, entre otros ámbitos, calidad en el servicio.