Los trabajadores de la Televisión Canaria piden a los representantes políticos que asuman "su responsabilidad"

Actualizado: jueves, 31 mayo 2007 22:00


SANTA CRUZ DE TENERIFE, 31 May. (EUROPA PRESS) -

Los trabajadores de Socater, que suministra contenidos a la Televisión Canaria, han desmentido "categóricamente" que ayer, miércoles, la empresa les transmitiera a la plantilla una propuesta como "falsamente ha dado a conocer a la opinión pública a través de un comunicado". Según los trabajadores, no ha habido oferta alguna "ni sobre polivalencias, ni sobre ninguna otra cuestión, muy al contrario, hemos sido los trabajadores los que hemos propuesto a la empresa volver a los servicios mínimos siempre que estos coincidan con los pactados entre empresa y trabajadores el 7 de mayo, y no con los impuestos por el director general de Trabajo del Gobierno de Canarias en su orden del día de 18 de mayo y posteriores, que resultaban abusivos".

Los trabajadores insisten en que exigir como condición para continuar la negociación la desconvocatoria de la huelga es una pretensión "antidemocrática e ilegal, ya que durante la huelga las partes están obligadas a negociar de buena fe. Exigir, por tanto, la desconvocatoria para acceder a negociar es una práctica antidemocrática, que coincide con los comportamientos que el grupo PRISA, al que pertenece Socater, critica en otros ámbitos, pero práctica de forma hipócrita en las relaciones laborales con sus empleados".

Los trabajadores han decidido hoy en asamblea realizar los servicios mínimos ciñéndose a los ya pactados con la empresa antes de que se iniciara la huelga, pero no abandonan la huelga, ya que la empresa tiene una visión "tan autoritaria y arcaica de la negociación colectiva que, al igual que sucedió con la negociación del 1º convenio colectivo en 2003, no ha realizado ni una sola propuesta hasta que se anunciaron los paros". La empresa ha interpretado equivocadamente hasta ahora todas las muestras de moderación de la plantilla, que han sido muchas desde el inicio de la huelga el 10 de mayo, como muestras de debilidad de los trabajadores, endureciendo sus posturas y exhibiendo un talante no negociador que muestra su verdadera intención, que no pasa por llegar a un acuerdo, "sino por humillar y someter a su plantilla".

"Nos sorprendería algún gesto de la empresa tendente a desbloquear la situación, pero no nos sorprendería que, continuando en su línea autoritaria, tomaran medidas que no contribuyan más que a envenenar aún más el conflicto". La plantilla de la Televisión Canaria continuará con su justa lucha por un convenio digno a pesar de que la empresa "pretenda aprovechar la negociación para empeorar sus condiciones de trabajo con mayores polivalencias entre categorías que conviertan a la televisión pública en la peor de las televisiones locales! Los trabajadores dicen que continuarán su huelga intentando, en la medida de lo posible, hacerlo de la forma que menos interfiera al servicio público y al derecho a la información de todos los canarios.

Ante la manifiesta irresponsabilidad de la empresa esperamos que la sociedad canaria por medio de sus representantes actúe con la misma responsabilidad que pretenden hacerlo los trabajadores de la televisión pública canaria, y que el consejo de administración de la Televisión Canaria intervenga para poner racionalidad en la prestación de este servicio público.

Según los trabajadores, "no puede permitirse que la Televisión Canaria, teniendo un contrato de suministro de la programación adjudicado en concurso público a Socater, contrate la programación con otra empresa también propiedad de Socater cuando la primera está en huelga. Pagando con el dinero de todos los canarios dos veces por el mismo servicio a los señores que se embolsan el dinero que descuentan a los trabajadores por la huelga, se encargan de bloquear la negociación, y de cobrar doble por el mismo trabajo, a esto se le llama una huelga rentable".

"No se puede permitir que la empresa adjudicataria de la programación de la televisión pública canaria pretenda convencer públicamente a sus trabajadores de que cobran más de lo que cobran, en lo que parece un absurdo intento de hipnosis colectiva o algo así, para engañar a la opinión pública ¡Nadie mejor que nosotros sabemos lo que cobramos! ¡y estamos dispuestos a demostrarlo donde haga falta!", afirman los trabajadores.

Es inadmisible, según los trabajadores, que la empresa adjudicataria de la programación de la televisión pública canaria reconozca abiertamente que solo 5 personas, altos directivos, acaparan el 5% de la masa salarial total, mientras que consideran imposible la petición de la plantilla de un incremento del IPC más el 7,5% de la masa salarial de 2006, repartida entre los años 2007, 2008 y 2009.

Los trabajadores piensan que sus propuestas están centradas y son equilibradas y están cansados de que los directivos de la empresa acusen a sus representantes de mentir a la plantilla. "Nuestros representantes están elegidos por nosotros y están, por tanto, revestidos de una legitimidad democrática de la que los representantes de la empresa carecen, elegidos a dedo por la dirección. Su falta de respeto hacia nuestros delegados no refleja más que la falta de respeto hacia toda la plantilla y su falta de talante democrático".

La plantilla confía en que la sociedad canaria sepa "poner a una empresa semejante en su sitio y recupere el control de su televisión pública. Para eso tiene a sus representantes recién elegidos el 27 de mayo".