Agricultura respalda con 260.000 € el cultivo riojano de la remolacha azucarera en Producción Integrada en 2009 y 2010

Actualizado: martes, 10 noviembre 2009 13:52

LOGROÑO, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de La Rioja, a través de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural seguirá apostando por el cultivo de la remolacha azucarera en la región. Así se desprende del convenio firmado esta mañana por el consejero de Agricultura, Íñigo Nagore, con los representantes de las entidades Arag-Asaja, José Ángel Alegría; cooperativa 'El Cierzo', Darío Martín; y AIMCRA, José Manuel Omaña.

El principal objetivo de este acuerdo es "preservar esta producción a través de su estudio, la experimentación y la divulgación de las técnicas de Producción Integrada en el sector durante el presente Ejercicio y el próximo año 2010", según destacó Nagore.

Para ello, Agricultura aportará un total de 260.000 euros a las tres entidades, a razón de 120.000 euros para la Arag-Asaja, 100.000 para la Cooperativa El Cierzo y 40.000 para AIMCRA, toda vez que estas entidades gestionan el contrato de gran parte de la remolacha cultivada por los agricultores riojanos con la azucarera de Miranda de Ebro, además de orientar a los productores y realizas un seguimiento del cultivo durante toda la campaña.

Aimcra es, por su parte, una asociación sin ánimo de lucro en la que participan a partes iguales los cultivadores de remolacha y la industria azucarera; y cuyo objetivo es la investigación, evaluación y divulgación de conocimiento en el sector remolachero-azucarero.

Desde esta entidad, agradecieron las ayudas, sobretodo "en un momento en el que nadie creía en la remolacha", mientras que ahora se ha demostrado que es un cultivo "seguro". En los mismo términos se manifestó, Dario Martín, de 'El Cierzo', que también afirmó que "cuando desaparezcan las ayudas, puede que también desaparezca el cultivo".

Por su parte, Alegría de Asaja recordó que la reforma de la OCM del azúcar "no hizo polvo", si bien luego ha sido un sector "estratégico". Manifestó que con la reestructuración se buscó que "cuatro se hicieran con el mercado del azúcar".

En este sentido, Nagore recordó que la OCM del azúcar, puso en serio riesgo la continuidad del cultivo tradicional en la región. "Fueron momentos complicados para el sector, pero la Consejería de Agricultura -junto con las organizaciones agrarias implicadas- animó a mantener la actividad a pesar de la incertidumbre y a trabajar en la Producción Integrada como sistema agrícola controlado ante la convicción de una mejora de las expectativas en el futuro". Según Nagore, "el tiempo ha dado la razón a estos planteamientos".

A LA CABEZA DE EUROPA

Esta mejoría se ha confirmado de forma evidente después de dos años. Para el consejero, "el objetivo se ha cumplido y se ha conseguido salvar el cultivo de la remolacha". Y es que no sólo no ha desaparecido sino que La Rioja se ha situado a la cabeza de España y de Europa en cuanto a rendimientos en la producción de azúcar.

Para Íñigo Nagore, el ejemplo de la remolacha es precisamente el modelo de trabajo que se quiere potenciar desde la Consejería, "abordando los problemas de la mano del sector y ofreciendo soluciones reales a los agricultores".

En este momento el panorama remolachero se ha clarificado mucho en La Rioja, sobre todo desde la reducción en España de la cuota azucarera, con la existencia de ayudas comunitarias que aseguran la rentabilidad del cultivo en los próximos cinco años. Con todo, Nagore ha explicado que hay que perseguir un objetivo más ambicioso: "si ahora se están recogiendo unas 98 toneladas por hectárea, la intención es que en 2014 este rendimiento alcance las 120 toneladas".

En la actualidad en La Rioja se dan 1.139 hectáreas de este cultivo, un 85 por ciento (952) de las mismas en Producción Integrada, respetuosa con el medio ambiente y controlada por certificación de la propia Consejería de Agricultura. El total de productores en La Rioja es de 138.

Además de la existencia de ayudas, tanto europeas como autonómicas, la remolacha está viendo cómo aumenta su demanda en nuevos países y también se está constituyendo como una alternativa para la elaboración de bio-etanol, mucho más interesante que otros tipos de combustibles semejantes porque no entra en competencia con reservas alimenticias.