LOGROÑO, 16 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Asociación Protectora de Animales de La Rioja ha señalado la necesidad de que la Oficina de Animales Domésticos, o Departamento de Bienestar Animal, incluya a los gatos ferales (que viven en la calle y no desean ser adoptados en viviendas) y a las palomas.
En declaraciones a Europa Press, la presidenta de la Protectora de Animales de La Rioja, APA Rioja, Carmen Faulín, tomando el ejemplo de otras comunidades autónomas, ha explicado que la protección animal no debe delimitarse a los animales domesticados sino, también, incluir a los que viven en la calle y, en concreto, se ha referido a los gatos ferales y las palomas.
Ha indicado cómo la unidad, aprobada en pleno, es por ahora una estructura a la que hay que dar contenido. Si bien la moción apuntaba a dos alternativas de nombre, Oficina de Animales Domésticos y Departamento de Bienestar Animal, APA Rioja insistió en un encuentro ante Ciudadanos (partido que presentó la moción) en la necesidad de que no se dedique, solo, a los animales domésticos.
Así, podrían entrar las comunidades de gatos. En la actualidad, APA cuida de una colonia de gatos en los terrenos de El Seminario. Cuenta con veinte gatos y, por ahora, la Protectora solo puede hacerlo aquí porque son terrenos privado y la normativa municipal no permite hacerlo en espacio públicos.
"Estos gatos tienen una idiosincrasia particular, no se pueden adaptar a vivir en una casa, pero hay que respetarles y protegerles; controlarlos para que no se reproduzcan y, también, para que no tengan enfermedades", ha explicado.
Por tanto, la normativa que se desarrolle alrededor de la nueva unidad deberá incluir el tratamiento de las camadas de gatos callejeras mediante, primero, la captura, esterilización y suelta y, después, el control sanitario y la alimentación.
En Zaragoza, el Centro de Protección Animal cuenta con un grupo de voluntarios que se encargan del control sanitario, esterilización, y alimentación en condiciones óptimas de camas de gatos.
Es lo que pide APA Rioja, que se permita desarrollar esto no solo en Logroño, sino en toda la comunidad, por lo que sus conversaciones se están dirigiendo, también, a la Comunidad.
En cuanto a las palomas, Faulín ha puesto la vista en Cataluña donde, ha dicho, "varios ayuntamientos las están controlando con un pienso especial que permite que no se reproduzcan".
EXPERIENCIA EN ZARAGOZA
El Centro de Protección Animal de Zaragoza cuenta con un grupo de voluntarios, que trabajan cubiertos con un carné y un seguro, y son formados, que se encargan de la captura, esterilización y suelta con control sanitario y alimentación.
Es importante que la alimentación de las camadas callejeras las hagan solo los voluntarios, para evitar focos de infección con comida inadecuada abandonada. Para ello, las camadas cuentan con un cartel que anuncia su territorio.
Una de las voluntarias, Isabel García, ha explicado, en declaraciones a Europa Press, cómo su trabajo nace de la base de que "no es aceptado" socialmente capturar y matar a los gatos callejeros. Por lo que hay que buscar una solución para convivir con ellos.
"Siempre va a haber gatos en las calles, por lo que es mejor que haya un control poblacional", ha señalado, "ya que la gente va a sentir pena por ellos, los va a alimentar, porque es natural sentir pena hacia un ser vivo y eso no se puede reprimir".
En la actualidad, este centro se encuentra trabajando en un proyecto para convertir unas ruinas romanas en un Área Sacra, con lo que el respeto por los gatos se convertirá en interés turístico. "Una Roma en miniatura", ha indicado García.
ÁREA SACRA DE ROMA
El Área Sacra de Roma fue descubierta entre 1926 y 1930 durante los trabajos de construcción de un edificio. La zona estaba ocupada por cuatro templos construidos en el siglo III a.C., y por el teatro y la curia de Pompeyo, lugar en el que fue asesinado Julio César.
Desde que se realizaron las primeras excavaciones en el Área Sacra, cientos de gatos decidieron convertirla en su hogar. En la actualidad es muy común verlos andando a sus anchas entre las ruinas, sintiéndose protegidos.
Junto a las verjas que protegen la zona se pueden ver carteles indicando que los gatos son bienvenidos y que no hay que maltratarlos. Se trata de unos gatos tan importantes para la zona, que hasta tienen su propia página web.
