LOGROÑO, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
La necesaria armonización de normativas entre los países productores, y la apertura a nuevos mercados, ahora estancados, serán los principales retos que se abordarán en el 29 Congreso de la Viña y el Vino y la IV Asamblea de la Organización Internacional del Vino (OIV), que se celebrarán entre los días 25 al 30 de junio en Logroño.
La capital riojana albergó hoy una reunión preparatoria de estos eventos, a la que acudieron, entre otros, la directora general de Alimentación del MAPA, María Eceheverría, y el presidente de la OIV, Rainer Wittkowski, además de representantes del Ayuntamiento de Logroño y del Gobierno regional.
Echeverría explicó que el Congreso se desarrollará bajo el lema 'La vid y el vino. Cultura, diversidad, innovación y empresa', "cuatro aspectos sobre los que se basa el sector vitivinícola". Apuntó que, durante la semana que durará el encuentro, acudirán a Logroño alrededor de 700 expertos de más de 40 países y que se presentarán más de 100 comunicaciones, que se elegirán entre las 400 presentadas.
El programa del Congreso girará en torno a tres secciones: la viticultura, "con la vid y su diversidad genética, la innovación y los modelos de explotación"; la enología, con la innovación tecnológica, los microorganismos y el control de la calidad; y la economía, con la actividad vitivinícola, la innovación de productos y la comunicación e imagen de estos productos. Además, habrá una sección común, sobre el papel de los productos vitivinícolas en la alimentación.
El próximo miércoles, según anunció Echeverría, habrá una presentación oficial del Congreso en el Ministerio de Agricultura, con la presencia de la ministra Elena Espinosa y del presidente de la OIV, "además de representantes de las comunidades autónomas, de todos los países que van a acudir y también del propio sector vitivinícola; es decir, estará el sector público y el privado".
Por su parte, Rainer Wittkowski destacó que el Congreso de la OIV de junio servirá para introducir de forma oficial una serie de cambios en la organización de este organismo intergubernamental, entre las que apuntó que las decisiones deberán tomarse por consenso, y se procederá al cambio en los órganos de dirección, incluida la Presidencia de la OIV.
De acuerdo con la percepción de esta entidad, la producción del sector vitivinícola está "estable, también el consumo", en el que, según Wittkowski, se puede hablar de "una tendencia a la baja en los países tradicionalmente productores", frente a un aumento en los tradicionalmente consumidores, "como los países escandinavos o el Reino Unido".
A ello, sumó la ausencia de "nuevos mercados, a excepción quizá de China, que es un mercado muy difícil". Por ello, apuntó la tendencia a "un aumento de la competitividad muy fuerte entre los productores, lo que nos debe llevar a una regulación de los mercados". "Es necesario contar con nuevas estrategias", dijo.
En este sentido incidió María Echeverría, quien abogó, en el caso español, por "hacer mayores esfuerzos en la promoción y la presencia de nuestros productos vitivinícolas en los mercados", algo en lo que, a su juicio, "partimos con nuestra calidad y nuestra diversidad, hay que hacer hincapié en ello para vender más y mejor, en un mayor reconocimiento internacional de nuestros productos".
Para la directora general de Alimentación, "es necesario armonizar las reglas, para que la competencia entre países sea leal" y aludió, como ejemplo, a la pendiente reforma de la OCM del Vino, "porque hay que ver qué pasa con esta propuesta; España va a participar activamente en la creación de opinión".
Aseguró, en este sentido, que "ya se han ido acercando posturas con otros países con los que hay afinidad en este campo, además de con asociaciones del sector y hasta con consejos reguladores". El Congreso de junio "no abordará como un tema concreto" la reforma de la OCM del Vino, "pero será, de todos modos, un tema importante para cerrar la posición de España y los del resto de la UE".
Para Rainer Wittkowski, "las recomendaciones que se tomen en el seno del Congreso serán un referente a la hora de que, luego, en la UE, se adopten las decisiones normativas corespondientes". Así, como ejemplo, puso la reciente aprobación por organismos europeos del uso de virutas de roble, "una técnica antigua que la OIV lleva años recomendando".
"Hay personas que ven un problema en la innovación, lo ven como algo opuesto a la tradición, y no es así. El único debate es si, al introducir innovaciones en la forma de hacer los productos, se cambia su naturaleza, si lo que se está haciendo es otro producto diferente", finalizó.