El exprofesor riojano de Gaztelueta condenado a 11 años por abusar de un alumno recurrirá la sentencia "mientras pueda"

BILBAO, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -

El exprofesor riojano del colegio Gaztelueta, condenado a once años de prisión por la Audiencia de Bizkaia, por abusos sexuales continuados cometidos durante los cursos 2008-9 y 2009-10 a un alumno, que entonces contaba con entre doce y trece años de edad, ha anunciado que recurrirá la sentencia "mientras pueda".

En una carta remitida a los medios, el condenado, que insiste en su inocencia, señala que está siendo, "sin lugar a dudas, el momento más duro" de su vida. "Comprendo que resulta difícil creerme después de una resolución judicial condenatoria, pero la pura verdad es que jamás he abusado sexualmente de nadie", asevera.

Asimismo, indica que durante los últimos años ha vivido "angustiado" porque era consciente de que ante estas acusaciones "falsas, incluso personas cercanas y queridas, podrían dudar" de su inocencia. "En medio de esta situación tan horrible, pensar en el juicio me dio una cierta esperanza", señala.

Tras manifestar que ha callado durante todo este tiempo por consejo de su abogado, aunque confiaba en que el lugar adecuado para defender su "inocencia" eran los tribunales, dice haber sufrido lo "inimaginable por todas las falsedades publicadas en los medios". "En el juicio escuché a muchas personas a las que no conocía dando por cierta mi culpabilidad, sin presentar ninguna prueba, más allá de la credibilidad que daban al testimonio del chico", lamenta.

El exprofesor reitera su inocencia y afirma no ser ajeno "al dolor de la otra parte ni insensible a sus demandas y denuncias", pero declara "rotundamente que por duras o escalofriantes que parezcan, ¡no son ciertas!".

"Durante 10 años me dediqué en alma y cuerpo a la educación; era mi pasión ayudar a aquellos que, por la razón que fuese, no estaban aprovechando todas sus capacidades. Lo mismo me sucedió durante los años en que, sin ser profesor, dedicaba mi tiempo a los jóvenes en campamentos, excursiones y equipos de fútbol. En total 15 años trabajando con gente joven. Nunca una queja, nunca una insinuación. Jamás pensé que tan desinteresada dedicación se pudiera volver contra mí de una forma tan injusta y tan cruel", lamenta.

En esta línea, reprocha que se le ha juzgado "decenas de veces desde hace más de seis años, en la opinión pública y sin ningún tipo de garantías". "Pase lo que pase en el futuro, estos años han roto mi vida profesional y personal, y mi familia ha sufrido muchísimo. No le deseo esto a nadie", añade.

Además, considera que sus padres y hermanos han sufrido "lo indecible durante todo este tiempo, se han quebrado al conocer la sentencia" y le aterra "lo que a alguno le pueda llegar a afectar".

"El único consuelo que encuentro en este infierno que ha destrozado mi vida es saber que Dios es testigo de mi inocencia. No puedo pedir perdón por algo que no ha tenido lugar, pero sí soy capaz de perdonar a quienes con tanta saña y crueldad están destrozando mi vida y la de mi familia", concluye.

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