LOGROÑO, 8 Jun. (EUROPA PRESS) -
"Una de las obras más radicales de mi carrera". Así ha definido este lunes el arquitecto Rafael Moneo su proyecto para el edificio del Ayuntamiento de Logroño, un inmueble que precisamente hoy, 8 de junio, cumple 40 años desde su inauguración en el año 1980.
Para recordar este día, Moneo ha mantenido este mediodía una charla vía 'streaming' con el alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza, en la que, durante algo más de media hora, han charlado de arquitectura, del espacio público, del edificio consistorial y de la propia ciudad de Logroño, donde el arquitecto ha dicho "estar deseando volver".
En palabras de Hermoso de Mendoza, "es muy grato trabajar en este espacio tan bello, rodeado de belleza y de estética, que lo hacen muy especial", a lo que ha sumado su apertura e integración con la Plaza del Ayuntamiento, entre otros aspectos del proyecto.
Una configuración revolucionaria en la arquitectura española de finales de los años 70, de la que Moneo ha afirmado que "ha tenido muchísimo significado en mi vida, es una de esas obras que te dejan contento en lo profesional, pero que significan mucho también en general".
"Es una de las obras más radicales de toda mi carrera", ha asegurado el arquitecto, quien ha apuntado que "muchas de las ideas de entonces se mantienen vivas", por ejemplo, en la disposición del edificio "como un fragmento más de la ciudad, unido a ella". "El edificio compone en sí mismo y con la Plaza un espacio urbano", ha señalado.
El primer edil logroñés le ha recordado a Moneo el encargo del proyecto, en 1973, por el entonces alcalde Narciso San Baldomero, y cómo la construcción se realizó entre 1976 y 1980.
Unas fechas, ha dicho Hermoso de Mendoza, "que significaron el paso de una dictadura a una democracia", algo que, a su juicio, también se refleja en el propio edificio, "con un salón de plenos en el que todo el mundo, alcalde, concejales, funcionarios o público, están al mismo nivel".
Algo en lo que ha coincidido Moneo, quien, por su parte, ha querido reseñar el cambio de configuración del edificio ya desde su entrada "sin un pórtico único y monumental, sino con dos entradas", y destacando, incluso, que, en la parte administrativa, "no hay ni un solo peldaño para acceder".
A ello ha añadido, además que, mientras la parte delantera se integra en la ciudad a través de la Plaza del Ayuntamiento, con sus soportales, por la parte de atrás, el edificio "se abre hasta el río Ebro" mediante el bulevard que conforma la Avenida de la Constitución. "Debe estar abierto, es un edificio público, que pertenece a todos", ha afirmado.
Y a la pregunta del alcalde sobre la nueva configuración de los espacios urbanos, el arquitecto ha subrayado la importancia, en el desarrollo de la Casa Consistorial, "del dominio del peatón".
En este sentido, ha alabado la expansión de Logroño en estos 40 años "sin cosas inesperadas" y en la que ha alabado la figura del que fuera arquitecto municipal Javier Martínez Laorden.
La conversación ha concluido con la petición de Rafael Moneo a Pablo Hermoso de Mendoza de volver a mantener una conversación en Logroño, en concreto, en otro de los proyectos en los que participó en la ciudad, "en la Ruavieja, porque tengo mucho cariño a la ciudad, y siento nostalgia y ganas de volver".
A continuación de la charla, se ha emitidio un vídeo sobre la construcción del edificio y sus primeros años de historia, cedido por el Centro Territorial de Televisión Española en La Rioja.
EL EDIFICIO.
Hoy, 8 de junio, se cumplen 40 años de la inauguración del edificio del Ayuntamiento de Logroño, una de las obras singulares de la ciudad firmada por el prestigioso arquitecto Rafael Moneo, Premio Príncipe de Asturias de las Artes en el año 2012 y Premio Pritzker de Arquitectura en 1996.
A finales de los años 70, en previsión de un fuerte crecimiento de la población, el Ayuntamiento, con Narciso San Baldomero como regidor y Javier Martínez Laorden como arquitecto municipal, aprobó un ambicioso planeamiento general y afrontó la creación de una nueva sede para agrupar todos sus servicios y oficinas municipales, dispersos hasta entonces por la ciudad.
La Casa de Chapiteles se quedaba pequeña, por lo que se decidió construir un gran edificio en el solar del antiguo cuartel de caballería, un espacio accesible y céntrico.
Rafael Moneo fue el encargado de ejecutar el proyecto, lleno de simbolismo y con una concepción bastante avanzada para la época, que se lleva a cabo entre 1975 y 1980 para ser inaugurado el 8 de junio de este último año.
"Moneo vio el edificio del Ayuntamiento como una suma de edificios diversos que tienen vida propia. Por un lado, el cartabón a poniente, más próximo a la ciudad, que encierra los aspectos más ligados con la vida pública, con la política; por otro lado, el cartabón más amplio, a naciente, como edificio que cumple con las funciones administrativas que de un edificio se espera; y, por último, como una puerta abierta al río, el salón de actos que garantiza la capacidad de que en él acontezcan actos públicos no estrictamente ligados a la vida política", señala Adrián Calonge, concejal de Patrimonio y Centro Histórico.
En palabras del propio arquitecto, "el Ayuntamiento de Logroño puede ser visto hoy como un claro ejemplo de que ciudad y arquitectura son dos términos próximos y complementarios, llamados a entenderse. Ciudad y arquitectura como haz y envés de una realidad común: la arquitectura del Ayuntamiento de Logroño tan solo tenía cabida en la ciudad, que, a su vez, necesitaba de la arquitectura para configurarse".
