La Rioja recuperó 1.679 toneladas de aceites usados en 2019

CyL recupera 11.258 toneladas de aceites usados en 2019 y se enfrenta a "una convulsión sin precedentes" por el Covid-19
CyL recupera 11.258 toneladas de aceites usados en 2019 y se enfrenta a "una convulsión sin precedentes" por el Covid-19 - SIGAUS
Publicado: domingo, 16 agosto 2020 12:06

   El sistema integrado de gestión de aceites usados apuesta este 2020 por "contribuir a la recuperación" de La Rioja en clave ambiental

   LOGROÑO, 16 Ago. (EUROPA PRESS) -

   El Sistema Integrado de Gestión de Aceites Usados (SIGAUS) ha informado de que La Rioja recuperó 1.679 toneladas de aceites usados en 2019. Ha añadido que la crisis del Covid-19 "ha supuesto para el sector de los aceites industriales una convulsión sin precedentes".

   En nota de prensa, ha explicado que la ralentización de la actividad industrial y la paralización de la automoción han provocado una caída de las ventas de lubricantes de cerca del cuarenta por ciento entre los meses de marzo y mayo.

   Ha añadido que el tejido empresarial dedicado a la gestión del residuo en La Rioja ha sufrido un "desplome" de actividad que podría comprometer su viabilidad, y por tanto la recogida de este residuo peligroso.

   Ante ello, SIGAUS ha comunicado que ha reaccionado multiplicando por seis la financiación aportada a estas empresas, que en 2019 recogieron 1.679 toneladas de aceites usados en La Rioja y prestaron servicio a cerca de seiscientos establecimientos que generaron este residuo.

   Tras la crisis del Covid-19, SIGAUS apuesta este 2020 por contribuir a la recuperación económica y social de La Rioja en clave ambiental.

   "Conocedores de la importancia de este momento de reconstrucción, y del papel impulsor que la Economía Circular debe jugar en la misma", ha relatado, SIGAUS "ha incrementado de forma notable la financiación de la recogida del aceite usado para contribuir a la supervivencia del sector gestor y garantizar que este residuo peligroso se sigue recogiendo y tratando, evitando unimportante impacto ambiental, y generando con él nuevas materias primas, además de ahorrar emisiones de efecto invernadero y consumo energético".

   Ha explicado que el residuo que generan los aceites lubricantes procedentes de los motores de los vehículos y la maquinaria industrial contiene sustancias tóxicas y metales pesados que lo convierten en un potente enemigo para el medio ambiente.

   Desde 2007, el sistema SIGAUS se encarga de su recogida y correcta gestión en toda España, gracias a una red de casi doscientas instalaciones gestoras, cinco de ellas ubicadas en La Rioja.

   Se trata, en muchos casos, ha dicho, de pequeñas empresas de carácter local que este año han visto amenazada su subsistencia debido a la pandemia.

   Ha señalado cómo, "ante la paralización" de su actividad, con una caída media "del cuarenta por ciento", SIGAUS ha llevado a cabo una modificación total del modelo de financiación aplicado hasta ahora y que estará vigente hasta finales de año, para asegurar la continuidad de la recogida del aceite usado, con independencia de la cantidad o del lugar donde se produzca el residuo.

   Así, ha informado de que está abonando desde el mes de abril una cantidad fija mensual a cada una de estas empresas, en función de la actividad realizada el año pasado, proporcionando una línea estable de ingresos desvinculada de la precaria situación de 2020.

   El cambio puede llegar a suponer (tomando como referencia la actividad real registrada en el mes de abril), ha dicho, un incremento en la cantidad percibida por tonelada recogida cercano a seis veces la cantidad percibida en 2019.

   Adicionalmente, se han agilizado los plazos de pago a estas empresas (de sesenta a treinta días) con el fin de inyectar liquidez en el sector.

HASTA 1.679 TONELADAS A TRAVÉS DE 1.200 RECOGIDAS

   Durante 2019, en La Rioja se recogieron y reciclaron 1.679 toneladas de aceites industriales usados, a través de más de 1.200 recogidas registradas, y atendiendo con ello a 581 establecimientos productores repartidos en 75 municipios (que abarcan al 96 por ciento de la población de la comunidad autónoma).

   En concreto, 328 de estos establecimientos tenían que ver con la automoción, 130 eran industrias y 123 realizaron otras actividades (construcción, servicios o instalaciones de la Administración, entre otras).

   Ha contado cómo, debido a la amplia diversidad de usos del aceite lubricante (desde todo el parque de vehículos a la maquinaria agrícola, y desde una gran industria a un pequeño transformador de un lugar remoto), el aceite usado se genera de forma muy fragmentada y dispersa geográficamente, por lo que resulta crucial dar cobertura a todos los puntos del territorio de La Rioja, incluyendo las zonas rurales y alejadas de los grandes focos de población y actividad económica, donde los costes logísticos de la gestión del residuo se multiplican.

   En La Rioja, según los datos aportados por esta entidad, durante 2019, el ochenta por ciento de los municipios en los que SIGAUS recogió aceites usados son rurales. En ellos atendió a 174 productores.

   Asimismo, se atendió a veinta productores en zonas de montaña y a 81 situados en localidades de menos de mil habitantes. Y se registró una intensa actividad en zonas de alta vulnerabilidad ambiental.

   En concreto, en el entorno de espacios protegidos, se atendió en 2019 a doce productores del residuo en un espacio, recogiéndose 46 toneladas de aceites usados.

   En lo que respecta a la recogida en el entorno de recursos hídricos, otra de las zonas más sensibles en materia de contaminación (por generarse este residuo en estado líquido y presentar tan baja biodegradabilidad), en 2019 se atendieron en estas zonas (ríos, embalses, lagos y otras zonas sensibles) a catorce productores de aceites usados, que generaron 23 toneladas de residuo.

   Una vez recogido, el aceite usado se traslada a instalaciones especializadas para su análisis previo y tratamiento final con el objetivo de que pueda ser cien por ciento aprovechado, bien como base lubricante para la fabricación de nuevos aceites (regeneración) o bien como combustible de características similares al fuel óleo (valorización energética).

   En el caso de La Rioja, el aceite usado finalmente gestionado, una vez retirados los impropios de agua o lodos que puede contener el residuo, fue de 1.018 toneladas, de las que un 81 por ciento se destinó a regeneración, el tratamiento prioritario por sus importantes beneficios ambientales y económicos, mientras que el diecinueve por ciento restante se valorizó energéticamente.

   Gracias a la regeneración, en 2019 fue posible retornar al mercado en La Rioja 517 toneladas de nuevos lubricantes, ha indicado.

   Además de la obtención de estas materias primas (para las que, de no contar con el aceite usado, se hubieran necesitado cerca de 243.000 barriles de petróleo), la regeneración es un proceso que aporta importantes beneficios en la lucha contra el cambio climático y que, en el caso de La Rioja, supuso evitar la emisión a la atmósfera de un total de 551 toneladas de CO 2, ha señalado.

   Por su parte, el aceite usado valorizado energéticamente con el objetivo de fabricar combustible de uso industrial permitió ahorrar una energía equivalente a 0,2 GWh, y 20.000 barriles de petróleo.

   "Somos parte de la reconstrucción verde que toca emprender ahora. Los sistemas de gestión de residuos tenemos mucho que aportar en este sentido, ya que llevamos muchos años trabajando para que determinados residuos, como el aceite usado, estén controlados y no impacten en el medio ambiente. Nuestro conocimiento nos permite hacer esta gestión eficaz y sostenible", ha afirmado el director general de SIGAUS, Eduardo Lecea.

   "Estamos viendo que los programas de reconstrucción económica y social se alinean con los planes de lucha contra la crisis climática y la pérdida global de biodiversidad. Porque todos nos hemos dado cuenta de que no solo está en juego nuestro medio ambiente, sino también nuestra economía, nuestro bienestar e incluso la salud de la humanidad", ha añadido.