LOGROÑO, 16 May. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Logroño ha condenado a E.J.P, de 29 años, a tres de cárcel por usurpar la identidad de otras personas para pedir créditos. El acusado, incluso, creó una oferta de empleo como filón para recibir copias de documentos de potenciales empleados. Su cómplice, M.B.V., ha sido condenada a un año de cárcel.
Según relata la sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, el acusado abrió una cuenta corriente usando una "fotocopia manipulada" del DNI de otra persona, que no sabía que el imputado tenía su documento de identidad, y al que le puso su propia foto.
En esa cuenta domicilió varios contratos de telefonía móvil, de dos operadores, y que suponían contar con diez líneas. Además, compró un vehículo y, para su adquisición, pidió un crédito personal en otro banco usando, también, la identidad usurpada.
Para conseguir el préstamo utilizó un contrato de trabajo y una nómina a nombre de la persona de la que usó el DNI y falsificó la firma de éste en el documento de aceptación de las condiciones de préstamo. Además de comprar el coche, de este modo obtuvo crédito para las líneas de teléfono y dinero para consumo propio.
El acusado, por otro lado, creó una empresa con quien ha sido declarada, ahora, como su cómplice, llamada Construcciones Veci. Después, se personó en la oficina de Estella del Servicio Navarro de Empleo y presentó una oferta para contratar trabajadores extranjeros como peones de construcción.
De este modo, explica el juez, buscaba obtener copias de los documentos de identidad y de la Seguridad Social para, con ellos, "realizar otros engaños con el fin de obtener dinero, abriendo cuentas a su nombre, pedir préstamos de telebanca y contratar líneas de telefonía móvil".
Al acusado, al ser detenido, se le intervino la documentación de tres trabajadores extranjeros. Con la de uno de ellos, había confeccionado dos contratos de trabajo no auténticos. Tanto él como su cómplice, con los datos de este trabajador, habían obtenido un préstamo de 3.000 euros.
La Audiencia Provincial le condena como autor de los delitos continuados de falsedad documental y estafas a tres años de prisión y a una multa de 360 euros. A quien creó con él la empresa, como cómplice de los delitos continuados de falsedad documental y estafa, un año de cárcel y multa de 120 euros.
