LOGROÑO, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Universidad de La Rioja ha recibido el cuadro de Urbano Espinosa, rector de la Universidad de La Rioja (1994-2001). El retrato ha sido entregado por el pintor Juan José García Escudero en el transcurso del acto celebrado este mediodía en la Sala de Grados del Edificio Quintiliano.
En el acto han participado José Mª Martínez de Pisón, rector de la Universidad de La Rioja, y Urbano Espinosa, catedrático de Historia Antigua, y rector de la UR entre 1994 y 2001. Junto a ellos han asistido miembros de los equipos de dirección encabezados por Urbano Espinosa, familiares, amigos y el autor del retrato.
El cuadro es obra del pintor Juan José García Escudero, quien ya acometiera en 1997 el encargo de pintar el retrato de Pedro J.Campos, presidente de la Comisión Gestora de la Universidad de La Rioja (1992-1994). El retrato de Urbano Espinosa colgará junto al de Pedro J.Campos, en la Sala de Juntas del Edificio de Rectorado.
El pintor Juan José García Escudero ha utilizado una de sus técnicas habituales: fondo preparado con inclusión de tono grisáceo neutro, estructura inferior con pinceladas gruesas y empastadas utilizando temple al huevo, capa de veladuras con trementina veneciana y aceite espesado, y tratamiento graso final con aceite de nueces.
La preparación de la tela los barnices, el espesado de aceites, temples y el molido del color blanco han sido realizados en el estudio. En cuanto al color, la paleta es muy simple: blanco de creta con algo de cinc y titanio, negro vegetal, óxidos de hierro rojo, bermellón y ocre, básicamente. Ocasionalmente algo de azul manganeso en las carnaciones.
En cuanto a la composición, el propio artista admite que "se percibe claramente un modelo clásico con el contenido prácticamente completo de los atributos de rector; esta inclusión ya determina por sí misma una estructura compositiva e inmediatamente hay que atender como elemento determinante la personalidad del retratado".
"A mi juicio -asegura Juan José García Escudero- la figura de Urbano Espinosa habría de tener gran fuerza y presencia, mirada penetrante y gesto amable, incluso sonriente. Era importante también señalar la firmeza del gesto".
Considera que "estas cualidades se han intentado reflejar en el retrato, ayudado por una parte, por la propia fisonomía del personaje, y por otra, por la utilización de la luz, del color, tratando de equilibrar el negro omnipresente, y de la fuerza tanto en la mirada como en la composición de la mano".
