MADRID, 20 May. (EUROPA PRESS) -
Empresarios de Madrid mostraron hoy su rechazo a la subida del IVA que el Gobierno central emprenderá en el mes de julio al considerar que es una medida "regresiva y contraria a los intereses generales" y que no "aliviará" el déficit público.
La Cámara de Comercio y la CEIM organizaron hoy un acto de recogida de firmas en la sede de la patronal madrileña con la que escenificaron su posición contraria al incremento de este tributo que, según denuncian, supondrá un coste de entre 250 y 390 euros más al año para el consumo medio de las familias.
Los presidentes de ambas instituciones, Salvador Santos Campano y Arturo Fernández, fueron los primeros en firmar en esta campaña, a la que también contribuyó el consejero de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid, Antonio Beteta.
Para Santos Campano, esta medida del Gobierno es "una de las peores decisiones económicas" que se han podido tomar, ya que provocará la caída del consumo y la inversión en el conjunto del año, así como que se produzca un efecto contractivo en la actividad que repercutiría en la propia recaudación del impuesto y en el resto de los ingresos fiscales.
El presidente de la Cámara señaló que según un estudio realizado por la entidad las consecuencias más inmediatas de la aplicación de esta medida en un país como Reino Unido ha provocado un retroceso del 1,7 por ciento en las ventas minoristas en el primer trimestre del año con respecto al cuarto trimestre de 2009.
PÉRDIDA DE COMPETITIVIDAD
Por su parte, el presidente de la CEIM reprochó al Gobierno central que esta medida no vaya complementada de otras iniciativas "que compensen la pérdida de competitividad, como la rebaja de las cuotas empresariales a la Seguridad Social".
"En los momentos tan complicados que atravesamos, cualquier medida que ponga en riesgo la estabilidad de los precios lleva aparejada una mayor incertidumbre sobre los compromisos de reducción del déficit y de sostenibilidad de las finanzas públicas", explicó.
Fernández sostuvo que la subida del IVA "perjudica profundamente el poder adquisitivo de todos los ciudadanos y compromete las perspectivas de recuperación económica y de creación de empleo, que son las bases fundamentales para corregir los enormes desequilibrios de las cuentas públicas y la recuperación de España".
