Actualizado 21/02/2012 16:25

El arzobispo castrense anima a Irene Villa a que sea "tan valiente como hasta ahora"

Arzobispo Castrense En El CEU
EUROPA PRESS

MADRID, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -

El arzobispo castrense, monseñor Juan del Río, ha pedido a la periodista Irene Villa, víctima de ETA, que sea siempre "tan valiente" como lo ha sido desde que hace veinte años quedó amputada de ambas piernas por un atentado de la banda. Villa ha asegurado que los terroristas pudieron amputar su cuerpo pero no sus aspiraciones ni sus ilusiones.

Así lo ha indicado durante la mesa redonda 'Saber que se puede' celebrada en la universidad San Pablo CEU y en la que también han participado el magistrado de la Audiencia Provincial de Madrid, Arturo Beltrán y el autor del libro de superación 'Una luz al final del túnel', Raúl Oreste.

Villa ha señalado que las desgracias siempre enseñan algo y que de esta, ella extrajo que con "fortaleza mental, paz, fe y esperanza" se puede superar todo, tal y como indica en su libro 'Saber que se puede'. Asimismo ha recordado a los jóvenes presentes que no hay que dejarse llevar por el rencor y que es muy importante "aprender a perdonar para poder seguir viviendo".

En este sentido, monseñor del Río ha asegurado que con fe en Dios se puede superar "cualquier cosa", hasta la cárcel porque, según ha indicado, creer en Jesucristo no es "vivir la vida con temor" sino que "libera y fortalece".

Así, ha recordado sus visitas a la prisión militar donde descubrió que en la vida "se puede existir como una mesa, pero que vivir sólo se vive cuando se experimenta el amor y cuando se da amor" y en la cárcel vio que los presos eran "como muertos vivientes" porque padecían "la gran ausencia de sentirse queridos".

No obstante, ha precisado que, aunque la Palabra de Dios ayuda a superar una falta de libertad social, hay una libertad "superior" que es, según ha apuntado, "la de elegir". "Podemos vivir libremente y ser esclavos porque no hay mayor esclavitud que la que uno se busca", ha remarcado.

En este sentido, ha rechazado que la fe en Dios anule la libertad o la razón. "Uno se pregunta: ¿La fe es verdaderamente el consuelo de los débiles como dijo Nietzsche, el opio del pueblo como dijo Marx, es la proyección de mis frustraciones? Yo digo que no he tenido ninguna de esa experiencias", ha subrayado.

"La fe cristiana es una fe que sana y salva", ha añadido, al tiempo que ha insistido en que "el que cree no está solo en esta vida y puede superarlo todo porque hace de lo imposible lo posible", contribuyendo así a una sociedad "mucho más fraterna".

LA IGLESIA EN LA REINSERCIÓN

Por su parte, el magistrado de la Audiencia Provincial de Madrid, Arturo Beltrán, ha hecho un reconocimiento público de "la labor de la Iglesia católica para la reinserción de los presos" y ha destacado que, "sólo por este trabajo, ya merece la pena marcar la casilla de la Iglesia en la Declaración de la Renta y la de fines sociales".

Beltrán ha explicado que en la actualidad es "inseparable" la idea cristiana de la salvación de la idea terrena de la reinserción y ha recordado unas palabras que pronunció el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, cuando un grupo de familiares de presos se encerraron durante veinte días en la Catedral de la Almudena para reclamar derechos en las cárceles. "El cardenal dijo 'la paciencia es la madre de la esperanza'", ha recordado.

Por ello, Beltrán ha insistido en que la reinserción es "un gravísimo deber moral" y ha sugerido un reequilibrio presupuestario en materia penitenciaria, de forma que "se desvíen buena parte de los gastos que se dedican al régimen cerrado hacia otras formas como los regímenes de libertad o de semilibertad".