MADRID, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -
El 38 por ciento de los profesores de la Comunidad de Madrid sufrió durante el pasado curso 2008-2009 amenazas y acoso por parte de padres y alumnos mientras que las agresiones por parte de los mismos se mantuvieron en la misma línea que años anteriores, suponiendo un 11 por ciento del total de llamadas, según se desprende de la última memoria del Defensor del Profesor presentada hoy.
Por primera vez, este informe elaborado por el sindicato ANPE también incluye el porcentaje de profesores que denuncian que las conductas agresivas de los alumnos son hacia su figura y hacia sus propios compañeros. En concreto, el 15 por ciento afirma que son los mismos alumnos que insultan y amenazan a este colectivo los que hacen lo mismo con sus compañeros de clase.
Según la coordinadora del Defensor, Inmaculada Suárez, estos alumnos que reciben estas conductas pueden, por esta razón, llegar a sufrir trastornos físicos y psicológicos, e incluso "verdadero miedo" de acudir al centro porque, en muchas ocasiones, "sufren en silencio". Y lo hacen, añadió, porque entienden que no se va a actuar contra estos alumnos agresores, y que se van a quedar impunes, como cuando se trata de agresiones a los profesores.
Por partes, crece un punto las agresiones de alumnos a profesores (de un 8 por ciento a un 9 por ciento). Resalta en este sentido que algunas de estas agresiones (que son en su mayoría en Educación Secundaria) están empezando a aparecer en los últimos años de Primaria, como en 6º, algo que el sindicato considera "grave" y exige una "sensibilización mayor de la opinión pública".
En la misma línea, disminuyen las agresiones de los padres a un 2 por ciento (3 por ciento el curso pasado) pero aumentan el acoso y las amenazas, siendo un 20 por ciento de las denuncias en este sentido. Y es que, según la coordinadora del Defensor del Profesor, los padres ahora son mucho más "protectores" y se creen que cualquier llamada de atención a sus hijos es "algo personal".
Además, esto provoca que el propio alumno "se crezca" y aproveche distintas situaciones para enfrentar a los profesores y a sus padres y salir ganando él. En este punto, Suárez denunció que muchos padres piensan que forma parte del trabajo y del sueldo del profesor aguantar estos modales y protegen a sus hijos a costa de todo.
Así, el año pasado los profesores han tenido que enfrentarse a expresiones como 'Te voy a dar una patada en los huevos', 'Tú a mi hijo no le tienes que decir lo que tiene que hacer', 'Te voy a denunciar por gilipoyas', 'Tú y yo nos vamos a ver en los tribunales', o 'Te voy a dar una paliza que no te va a reconocer ni tu padre'.
CRECE EL USO DE LAS TECNOLOGÍAS
Por otro lado, el 34 por ciento de los profesores de la Comunidad de Madrid que acudieron al Defensor del Profesor denunció tener problemas a la hora de dar clase, sobre todo, en ESO, mientras que, además, aumentaron las llamadas de denuncia sobre el uso de las tecnologías a la hora de acosar, difamar o agredir en las aulas.
Suárez destacó que los problemas para dar clase han disminuido respecto al curso anterior 6 puntos (en 2007-2008 las denuncias alcanzaban el 40 por ciento) y que se debe a la puesta en marcha del Decreto de Convivencia 15/2007 del 19 de abril.
Según la coordinadora, con esta nueva normativa de convivencia se "pueden atajar situaciones concretas" cuanto, ante las actuaciones de un alumno agresivo que amenaza o intenta boicotear la clase se adoptan inmediatamente medidas sancionadoras, como la expulsión inmediata de la sesión de clase.
Por otro lado, hizo especial hincapié en que ha aumentado "significativamente", de un 6 por ciento en el curso 2007-2008 a un 11 por ciento en 2008-2009, la utilización de nuevas tecnologías para llevar a cabo acoso, difamar e insultar y, en ocasiones, a agredir. Algo que, según explicó, puede pasar tanto al profesor como el alumno.
A veces se llega a la agresión, que incluso es grabada por el móvil y corre como la pólvora de un alumno a otros. En este punto, la coordinadora del Defensor destacó el caso de la vivencia "traumática" de un profesor que fue agredido a la salida del IES delante de su hijo, alumno también del centro. La agresión fue grabada y todavía piensa "que es una pesadilla".
Las llamadas al Defensor fueron tanto de padres como profesores, que solicitaban medidas contra los nuevos delitos que se están cometiendo a través de as nuevas tecnologías de la información y la comunicación, sobre todo, a través de Internet, mediante los llamados chats, blogs, foros o páginas web.
Según se recoge en la memoria anual, que trata los datos de Madrid pero que se pueden extrapolar al ámbito estatal, el anonimato y la dificultad a la hora de descubrir la identidad de los infractores han convertido estos sitios "en lugares idóneos para propagar infundios, calumnias, obscenidades, amenazas, vejaciones, humillaciones, e imputación de hechos falsos".
No obstante, el sindicato celebró que los tribunales están tomando conciencia de que no se puede permitir "que hechos como estos queden impugnes" y manifestó que ya existen sentencias donde al alumno agresor se les ha impuesto multas de 6.000 ó 9.000 euros, mediante las que se han dictado órdenes de alejamiento y vigilancia además de la reeducación de estas conductas, "que a veces se olvida".
Entre otros problemas a los que se enfrenta el docente, destacan los insultos (16 por ciento), las faltas de respeto (22 por ciento), el acoso y las amenazas de los alumnos (18 por ciento), los daños causados a propiedades y pertenencias (6 por ciento), las denuncias de los padres (19 por ciento) o la presión para modificar las notas (5 por ciento).
También disminuye el acoso de compañeros a un 5 por ciento (9 por ciento en el curso anterior), pero crecen los problemas administrativos con la dirección del centro (13 por ciento). Aquí, el 29 por ciento manifiestan falta de respaldo por parte de la dirección frente al 9 por ciento que no se sientes arropados por la Administración pública.
PROBLEMAS DE ANSIEDAD Y BAJA LABORAL
Todo esto provoca en los profesores problemas físicos y psíquicos, sobre todo, ansiedad, algo que padecen el 47 por ciento de los docentes que acuden al Defensor. El 21 por ciento sufre depresión, un 18 por ciento no presentan ningún tipo de problema y un 14 por ciento tienen que pedir la baja laboral.
Suárez subrayó que existen casos en que la situación del profesor es tan mala y sienten verdadero pavor a la hora de volver a una clase que deciden no volver a hacerlo y abandonar su puesto de trabajo. Es el caso de una joven, que decidió no volver a las aulas después de estar de baja por una situación de este tipo y que prefirió dejar de lado el esfuerzo de su oposición para beneficiar a su familia.
El informe, que recoge un total de 2.425 llamadas el pasado curso, también desglosa las denuncias por etapas. El 49 por ciento de las llamadas son de profesores de ESO, donde "es más difícil dar clase, porque hay más enfrentamientos". Y ello, por dos razones: la madurez del alumno y porque, en algunos casos, los intereses de éstos no corresponden con los objetivos y contenidos que se le están impartiendo.
El 35 por ciento de los profesores son de Primaria, donde denuncian la dificultad con la que se encuentran para encauzar al grupo por la falta de respeto de las normas establecidas, desobediencia al profesor, falta de atención y nulo esfuerzo que demuestran tener a la hora de afrontar una tarea.
En Infantil crecen las denuncias (el 10 por ciento de los profesores), que cada vez se sienten más desautorizados por los padres ante cualquier límite o norma de convivencia que se quiera aplicar a su hijo.