MADRID, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -
Unas 400 personas participaron hoy en la Sierra Norte de Madrid en una marcha contra la especulación que se desarrolló entre las localidades de Torrelaguna y Torremocha del Jarama con el objetivo de reclamar la retirada de las competencias urbanísticas a los ayuntamientos.
La protesta, organizada por una veintena de asociaciones ecologistas de la Comunidad de Madrid, comenzó y finalizó con la lectura de un comunicado en el que los participantes reclaman que "se establezca una moratoria para todos los planes urbanísticos de la zona", según explicó a Europa Press el portavoz de la plataforma Jarama Vivo, Simón Cortés.
Los manifestantes, que corearon durante su recorrido cánticos como 'No a la Espe-culación' o 'No queremos más ladrillos, bueno ¿y qué?', también pidieron que todas las construcciones y urbanizaciones ilegales que existan en la sierra de Madrid "sean desmanteladas". De la misma manera, reclamaron que se cambie la Ley del Suelo de 1998 por "otra más respetuosa con el medio natural" y que "se cumplan a rajatabla las leyes proteccionistas medioambientales para que no puedan ser cambiadas a gusto del corrupto de turno".
"BARBARIDADES URBANÍSTICAS"
Como ejemplos de esta situación, Cortés explicó que en Torremocha del Jarama "está prevista la construcción de al menos 2.500 viviendas" y que Lozoyuela, "que no llega a los 500 habitantes, pasará a tener una población de más de 7.500". A su juicio, "estas barbaridades urbanísticas generarán la destrucción en la vegetación y los hábitats de los animales y supondrán un incremento del consumo de agua".
Los convocantes también anunciaron otras cinco marchas "contra la especulación y la corrupción". La primera se desarrollará entre Alcobendas y San Sebastián de los Reyes, a cuyos alcaldes regalarán un árbol; y la segunda en Puebla de la Sierra, donde los manifestantes arrastrarán una especie arbórea tal y como hacían los egipcios.
Además, los ecologistas se manifestarán en los próximos meses en Valdemoro y en el Parque del Suroeste y realizarán antes de las elecciones autonómicas y municipales del 27 de mayo una campaña estatal con el objetivo de "realizar en cada ciudad una manifestación contra la especulación urbanística y la corrupción que ella genera".
