MADRID 12 Dic. (EUROPA PRESS) -
La jueza de Instrucción número 1 de Alcobendas, Carolina García Durrif, ha pospuesto la toma de declaración prevista para mañana de altos cargos de AENA y de Aviación Civil por el exceso ruido del aeropuerto de Barajas, a raíz de la presentación de varios escritos en los que se solicita el sobreseimiento del procedimiento por falta de competencias de AENA en el control del tráfico.
Este procedimiento se inició en 2002 por una denuncia interpuesta por la asociación de vecinos Fuente del Fresno para terminar con la contaminación acústica que generan los aviones que sobrevuelan esta urbanización de San Sebastián de los Reyes.
La magistrada citó a declarar a mediados de octubre al director del aeropuerto de Madrid-Barajas, al director o consejero delegado de Aena y al director general de Aviación Civil para que aclararan su supuesta implicación a los hechos denunciados. En dicho auto, no se especificó los nombres de los imputados, aunque es previsible que se refiera a las personas que ocupaban estos puestos en 2002. En aquella época, el máximo responsable de AENA era José Eladio Seco.
El portavoz de la asociación, Luis Ramírez, explicó a Europa Press que el retraso de las declaraciones se debe a la solicitud de AENA y de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) de archivar la causa. Por un lado, AENA esgrime que no tiene competencias en el control del tráfico, lo que corresponde a Aviación Civil.
Por otro, DGAC alega en su escrito que no aprecia delito medio ambiental, asegurando que son lícitos los desvíos sobrevolando la urbanización al no existir previsión alguna sobre las desviaciones máximas permitidas para Barajas.
EXCEDEN NIVELES LEGALES
Por su parte, los vecinos de Fuente del Fresno se oponen a estos argumentos, al entender que "no se han adoptado las medidas correctoras y sancionadoras previstas en la Ley de Navegación Aérea y en la normativa que regula sus obligaciones y deberes públicos".
Después de varios años de lucha contra los excesos de ruido, el Juzgado número 1 de Alcobendas admitió investigar los hechos en 2002 ante las multitudinarias quejas de los vecinos sobre la afección acústica de Barajas. Según Ramírez, el ruido del aeródromo excede "los niveles legales a los que puede estar sometidas la población".