Sergio G.M. había cometido al menos tres delitos de violencia de género en 2008, pero las sentencias se dictaron después
MADRID, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Madrid ha impuesto una pena de 25 años de cárcel a Sergio G.M. por el asesinato de Ivana, su ex novia de 38 años de edad, a la que apuñaló 82 veces el 21 de enero de 2010 en Brunete (Madrid), días después de que ella le dejara. Contra esta sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, cabe recurso.
El juez de la Sección 26 de la Audiencia, Leopoldo Puente, da así la razón a la acción popular, ejercida por la Federación Nacional de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas que exigía 25 años de cárcel frente a los 22 y medio que reclamaba el fiscal.
El asesino deberá además, indemnizar con 150.000 euros a cada una de las hijas de Ivana, 30.000 euros a sus padres y 12.000 euros a su exmarido y padre de las niñas, que en el momento del crimen tenían 10 y 11 años de edad.
La sentencia se dicta sobre el veredicto emitido por el Tribunal del Jurado, que tras el juicio celebrado entre el 13 y el 16 de diciembre, vio culpable de asesinato a Sergio G.M, aplicando el agravante de parentesco que concurre en violencia de género. No se ha tenido en cuenta que había consumido cocaína el día del crimen porque "era plenamente consciente" de lo que hacía.
Junto a la pena de cárcel y las indemnizaciones, el juez ha impuesto inhabilitación absoluta durante la condena y prohibición de acercarse "a menos de quinientos metros" a las hijas y los padres de Ivana, así como a cualquier lugar que ellos frecuenten, por un plazo de treinta años.
El magistrado considera probado que el 21 de enero de 2010, Sergio G.M, con el que Ivana había mantenido una relación de pareja con convivencia hasta hacía "a lo sumo unos meses", se presentó en casa de ella en la localidad madrileña de Brunete con "intención de causarle la muerte".
Una vez dentro de la vivienda y estando ambos a solas, él la atacó de forma "sorpresiva", sin que ella "pudiera prever razonablemente" que aquello iba a ocurrir y sin que tuviera "posibilidad ninguna" de defenderse, pedir auxilio u oponerse a su agresor. La atacó con "una o varias armas blancas" y le asestó "un total de 82 puñaladas".
Este hecho, lleva al juez a dar por probado que el ataque "se produjo de forma en que conscientemente se aumentara de manera significativa el dolor de la víctima" ya que, Sergio G.M., "procuró causarle un dolor importante y gratuito".
Asimismo, se da por probado que horas antes del asesinato, este criminal machista había estado consumiendo cocaína. El magistrado entiende que "pese a la ingesta", el hombre "era plenamente consciente de la realidad en la que se hallaba y de que estaba dando muerte a Ivana, siendo también plenamente capaz para actuar conforme a lo así comprendido".
Tampoco concurre ninguna eximente por problemas psicológicos, ya que si bien la sentencia recoge que el asesino "padece un trastorno de la personalidad no especificado", era "capaz de comprender normalmente la realidad en la que se hallaba" cuando estaba asesinando a la mujer que hasta hacía poco había sido su novia.
TENÍA ANTECEDENTES, PERO LAS SENTENCIAS LLEGARON TARDE
Sergio G.M no tenía antecedentes por delitos de violencia de género cuando mató a Ivana, sin embargo, había al menos tres procedimientos judiciales abiertos contra él por delitos de esta índole en aquel momento. En estos tres casos las sentencias han sido condenatorias y se han dictado meses después de que asesinara a la joven.
Así, el Juzgado de lo Penal número 6 de Madrid le condenó en octubre de 2010 a cumplir seis meses de prisión por haber quebrantado una condena o medida cautelar cometido en mayo de 2008. La sentencia se hizo firme en noviembre de 2011.
Días después, el Juzgado de lo Penal número 17 de la capital le condenó a cuatro meses de prisión por un delito de amenazas en el ámbito familiar cometido en octubre de 2008. En este caso, la sentencia no fue firme hasta enero de 2011.
El último en pronunciarse ha sido el Juzgado de lo Penal número 1bis de Segovia, aunque la sentencia no es firme. Ha sido en abril de este año, cuando el tribunal condenó a Sergio G.M. a cumplir 65 días de trabajos en beneficio de la comunidad por un delito de violencia de género en el domicilio familiar que cometió el 8 de mayo de 2008.
