Casi 45.000 familias han acudido a los Centros de Apoyo municipales desde su apertura en 2005

La familia media tiene uno o dos hijos, padres menores de 45 años con estudios secundarios y con trabajo

Concepción Dancausa Inaugura Un Nuevo CAF
EP/AYUNTAMIENTO DE MADRID
Europa Press Madrid
Actualizado: lunes, 22 marzo 2010 18:18

MADRID, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -

Casi 45.000 familias madrileñas han acudido a los Centros de Apoyo a las Familias (CAF) con que cuenta el Ayuntamiento de la capital desde su apertura, en 2005, según desveló hoy la delegada de Familia y Servicios Sociales, Concepción Dancausa, durante su visita a una nueva infraestructura de este tipo.

Durante su primer año de funcionamiento, los primeros CAF recibieron a 318 familias que buscaban apoyo para resolver sus conflictos; cinco años después, la cifra es de 45.000 unidades familiares, incluyendo las 11.948 del año pasado.

Además, las estadísticas municipales indican que la tendencia seguirá creciendo, ya que hasta finales de febrero 3.653 familias habían solicitado ya ayuda en alguno de los CAF, lo que supone un 20 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado.

En total, la red de CAF cuenta ya con siete centros, tras la inauguración hoy de una nueva instalación que dará servicio a los distritos de Salamanca, Retiro, Vicálvaro y Moratalaz.

El perfil medio de sus usuarios es el de familias españolas con uno o dos hijos, padres menores de 45 años, con estudios secundarios y trabajando. Además, generalmente son las madres las que dan el primer paso en la demanda de atención; tres de cada cuatro usuarios son mujeres.

LA CRISIS PERJUDICA

"Recursos como éste se necesitan ahora más que nunca, porque a las habituales dificultades y riesgos se suman las agravadas por la crisis. En más de un millón de hogares todos los miembros están en paro y, según la última encuesta del INE, el número de familias que se encuentra con problemas para llegar a fin de mes ha alcanzado cotas históricas", explicó la concejala.

Además, "la escasez de recursos económicos provoca una ansiedad y una incertidumbre que acaba afectando, inevitablemente, a las relaciones familiares" por lo que "en la mayoría de los casos, las familias tienen la capacidad para afrontar y superar los problemas, pero a veces no pueden hacerlo por sí mismas y necesitan la ayuda de un tercero".

Precisamente para eso existen los CAF, que cuentan con psicólogos, abogados y trabajadores sociales que ayudan a resolver los conflictos de forma amistosa, reduciendo la agresividad y restableciendo el diálogo. Además, ofrecen orientación jurídica y psicológica, formación, terapia familiar y de pareja, atención en situaciones de violencia doméstica y un Servicio de Mediación Familiar, cuya demanda ha experimentado un incremento del 48 por ciento en el último año.

"Y es que reducen el coste emocional y las consecuencias negativas en la resolución de un conflicto; es decir, ayudan a los miembros de la familia a llegar a acuerdos que les permitan continuar la relación, incluso cuando se acaba la convivencia", apostilló la delegada.

Ante estos fenómenos, estos servicios intentan apoyar a las familias a encontrar el mejor modo para solucionar sus problemas. "La familia es una institución fundamental a la que hay que apoyar y proteger. En estos centros se promueve la comunicación, la convivencia y el bienestar, sobre todo en las etapas en las que surgen tensiones", añadió Dancausa.

Y es que los cambios sociales de las últimas décadas han condicionado también a las familias: unas han reducido el tamaño, otras han sufrido un divorcio y otras se han reconvertido. Es el caso de las familias monoparentales (una de cada 10), hogares con hijos que retrasan su emancipación o mujeres que se han incorporado al mercado de trabajo, impulsando la búsqueda de nuevas fórmulas de conciliación de la vida laboral y familiar.

"Todas estas transformaciones exigen un esfuerzo de adaptación y capacidad de reacción, porque los cambios son, casi siempre, fuente de conflictos: entre las parejas y entre padres e hijos adolescentes; por desavenencias económicas; ante las dificultades que plantea el cuidado de personas dependientes o por problemas de integración en una familia reconstituida", concluyó Dancausa.

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