Los Centros de Atención a la Infancia del Ayuntamiento atendieron a 6.000 familias y 11.000 menores en 2011

Actualizado: jueves, 9 febrero 2012 14:06

MADRID, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -

Los Centros de Atención a la Infancia (CAI) atendieron el pasado año 2011 a 5.910 familias y a 10.893 menores (un 15,9 y un 25,6 por ciento, respectivamente, más que en 2010) con intervenciones terapéuticas semanales, quincenales o mensuales, en función de las necesidades de cada uno.

En la actualidad Madrid cuenta con ocho CAI, que dan servicio a los 21 distritos, a los que el Consistorio dedica en 2012 un presupuesto de más de 4 millones de euros, según ha informado este jueves el vicealcalde de Madrid, Miguel Ángel Villanueva, tras la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno Local celebrada esta mañana.

La principal franja de edad de los menores atendidos el año pasado se sitúa entre los 13 y los 18 años (29,28 por ciento), seguidos de los de 7 a 12 años (22,84 por ciento), y los más pequeños de 0 a 6 años (17,08 por ciento).

En cuanto a la estructura familiar, predomina la de familia monoparental, con mujer al frente (30 por ciento), seguida de las nucleares (23 por ciento) y las de menores que viven con otros familiares distintos a sus padres --familia extensa-- (13 por ciento). El 31,35 por ciento de las familias atendidas en el conjunto de los CAI en 2011 son de origen inmigrante. En 2011 la demanda nueva de atención ha ascendido a 2.127 familias.

Los CAI son los recursos del Ayuntamiento de Madrid para la atención social especializada a menores en situación de riesgo social y a sus familias. Se ocupan de familias desestructuradas con hijos adolescentes en situación de alto riesgo y con conflictos relacionales graves entre padres e hijos. Grupos que presentan crisis severas por motivo de reagrupamiento familiar o aquellas familias en las que los progenitores tienen problemas de adicción o de salud mental y los menores están afectados por esta separación.

Su finalidad es ayudar a los padres o tutores a entender y manejar las dificultades que se presentan en el cuidado de los menores y a abordar y superar las situaciones de conflicto. Asimismo, apoyan a los propios menores frente a las secuelas y efectos que las situaciones de maltrato o negligencia puedan provocarles.

La duración media de intervención en los CAI se sitúa en torno al año y medio, ya que el tratamiento debe asegurar tiempo suficiente para conseguir los objetivos que se establezcan y garantizar la protección del menor, teniendo en cuenta que las familias generalmente requieren un periodo inicial de motivación.

La intervención de los profesionales de los CAI se realiza prioritariamente en el propio centro, aunque pude realizarse en el domicilio o entorno del menor cuando las familias son poco colaboradoras o no están inicialmente dispuestas a realizar el tratamiento que favorezca la protección de sus menores.

Aunque los CAI trabajan para que la situación familiar mejore y permita la permanencia del menor en ella, en ocasiones esta permanencia no es aconsejable o posible, al no estar garantizada la protección del menor, y es también el CAI el que valorará y promoverá una medida de protección con separación temporal del menor de su grupo familiar, continuando la intervención para procurar la reagrupación siempre que sea posible.

En estas situaciones, mientras dura la separación, los menores pasan a convivir en un centro residencial o en familia de acogida. Esta última opción siempre se prioriza, especialmente si los acogedores son miembros de su propia familia, ya que minimiza los efectos de la separación y pérdida de los propios padres.

OCHO CENTROS

El primer CAI comenzó a funcionar en 1989 y desde entonces se ha ido ampliando constantemente la red, hasta la puesta en marcha del último, el octavo, en enero de 2010.

Los centros cuentan con 127 profesionales entre psicólogos, trabajadores sociales y educadores sociales, con formación y experiencia en intervención terapéutica con menores y familias. Estos equipos interdisciplinares realizan su función mediante intervención terapéutica individual o grupal con los propios menores y sus familias, y siempre en coordinación con los principales agentes de socialización (sistema sanitario, escolar, asociaciones, etc).