SAN LORENZO DE EL ESCORIAL, 14 Jul. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Estado de Investigación, Felipe Petriz, ha manifestado tras intervenir en los Cursos de Verano de El Escorial organizados por la Universidad Complutense de Madrid que la nueva Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación permitirá una mejor conexión entre los organismos generadores de conocimiento y el tejido empresarial, de tal forma que se fomente la inversión privada en I+D, un terreno en el que España tiene todavía "un camino por recorrer" hasta llegar a estar "en la media europea".
"La norma marca instrumentos y establece medidas que van a facilitar la conexión de los investigadores y las empresas y permitirán convertir el conocimiento en ideas, en progreso económico y social", ha asegurado, y ha destacado que la nueva Ley es una norma "que se destina a la ciencia", pero que no olvida la tecnología y la innovación".
Según Petriz, se trata de "una norma de carácter general que no distingue ámbitos y que, sobre todo, insiste en el compromiso social del sistema de ciencia, tecnología e innovación", de cara a "atender a los grandes retos de los ciudadanos". El objetivo es tener "la mejor salida de la crisis", pero también preparar las estructuras con vistas a "problemas y crisis futuras", ha matizado.
Así, el secretario de Estado ha destacado el desarrollo de las modalidades de contratos y, en este sentido, ha concretado tres modelos. Por una parte, ha incidido en la creación del contrato predoctoral, una "sustitución" de lo que era el sistema en el periodo de beca para iniciar la carrera investigadora, por un contrato que "tendrá un nivel de contratación y prestaciones" acordes con las de un trabajador. De esta forma, "el inicio de la carrera no es un periodo de beca", ya que hasta ahora en la mayoría de las Comunidades Autónomas tenía una duración de cuatro años en régimen de becariado y otro más como contratado".
Asimismo, ha expuesto, se ha contemplado "un contrato de acceso al sistema de ciencia, tecnología e innovación", el cual pretende "resolver precisamente la laguna principal del sistema actual en relación con programas políticos iniciados desde las Comunidades o desde la propia Administración General del Estado".
Por último, se ha concretado la creación de un modelo contractual para "el investigador distinguido", algo que Petriz ha señalado como una respuesta clara a todas las afirmaciones que criticaban que los programas españoles "debían ser más atractivos para investigadores de otros países". "Se trata de un contrato muy abierto", ha señalado, que "prácticamente" es la modalidad más flexible que existe, al menos, "de las establecidas bajo fondos públicos", donde son el contratado y la institución quienes "pactan las condiciones" del mismo.
"Estas tres nuevas modalidades hacen que el sistema gane en profesionalización y en la abreviación del periodo de estabilización", aunque, además, a esto hay que unir el hecho de que luego en cada territorio hay organismos autónomos de investigación, dependientes "de la política del Gobierno de turno".
FUGA DE TALENTOS
Dicho esto, preguntado por si la nueva Ley atajará la fuga de cerebros, el secretario de Estado ha incidido en que, a la hora de hacer balance, es imprescindible tener en cuenta no sólo a los que se van, sino también a los investigadores que llegan a España. "Por lo tanto, cuando hablamos de movilidad, un valor intrínseco al sistema de ciencia, habrá que hablar de los que se fugan y de los que atrae el sistema", ha puntualizado.
Según Petriz, existe una critica fuerte en torno a la fuga de cerebros, pero tampoco se repara en el hecho de que "de cada cinco contratados" en el sistema español, "uno viene del exterior", con lo que "el 20 por ciento de los contratados tiene nacionalidad extranjera". "No sé si es mucho o es poco", ha matizado, al tiempo que ha valorado que la situación "no es tan negativa" como se quiere entender.
"Desde luego, el nuevo contrato --para el investigador distinguido-- busca ser atractivo al sistema y permitirá a las instituciones fichar a los buenos científicos, pero el balance será el que dará de verdad la medida del efecto que puede tener la introducción" de la nueva Ley, ha analizado.
MAYOR INDEPENDENCIA RESPECTO A LA POLÍTICA
Por otra parte, ha valorado, en relación a la politización de los programas y de las líneas a desarrollar, que la creación de la Agencia Estatal de Investigación "flexibiliza y moderniza el sistema", pero también "lo hace más independiente", ya que con la nueva fórmula estará "basado en la evaluación de la actividad científica en méritos estrictamente científicos" y no en "cuestiones de mercado".
Además, ha explicado, la ley contempla la creación de otro organismo, el Centro de Desarrollo de Tecnologías de Inclusión (CEDETI), "más pensada para el tejido empresarial".
"El hecho es que unidades que ahora forman parte del entramado ministerial pasarán a ser agencias independientes que se regirán por criterios de evaluación científicos", lo que, según ha considerado, "dará fuerza al sistema español".
Sin embargo, y aunque ha destacado que el sistema "se va a basar más en la confianza en el sistema científico porque va a buscar más evaluación a posteriori", seguirá habiendo "rendición de cuentas". No en vano, "los ciudadanos tienen que saber muy bien a qué se van a destinar los fondos públicos", ha defendido.
