MADRID, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los cinco acusados de asaltar una casa disfrazados de guardias civiles, Rafael Eduardo P. G; Antonio M de la C; Gonzalo C. L; Óscar S.M y Julio Néstor V. C., han declarado este martes que acudieron al domicilio para cobrar una deuda por la venta de un coche.
De este modo, uno de los acusados, Rafael P. G ha afirmado que en julio de 2014 acudieron al domicilio para cobrar 1.200 euros que el propietario del inmueble, Doni Alexander, le debía por la compra de un automóvil.
Según su testimonio, únicamente tenía 600 euros y le dio ordenadores y demás material, como relojes o móviles, para cubrir la deuda contraída. También ha reconocido portar cocaína el día de los hechos para consumo propio.
El acusado Julio Néstor V. C. ha apuntado que "desconocía" lo que ese grupo iba a hacer porque él había quedado con Rafael P. G. para que le enseñara un piso y después le pidió que le acompañara a ese domicilio.
El propietario de la vivienda, Doni Alexander, no ha testificado por estar en paradero desconocido. Sí lo ha hecho Marc G., que se encontraba en la vivienda el día de los hechos y que también fue detenido.
Según su testimonio, entraron en la vivienda cuatro personas, que ha reconocido como "dos españoles y dos latinos". Ha afirmado que le ataron de pies y manos y les robaron mientras le pisaban la cabeza para que no se levantara del suelo.
Por otra parte, las defensas de las cinco acusados han señalado que las escuchas telefónicas que hicieron a los acusados antes de cometer el delito se hicieron "para investigar el domicilio de uno de ellos" pero que luego se utilizó "para otra cosa" por lo que han alegado una "vulneración de su derecho al secreto de comunicaciones".
La Fiscalía solicita la pena de 10 años y 8 meses de prisión para cada uno por un delito de robo con violencia e intimidación , tenencia ilícita de armas y un delito contra la salud pública. La segunda sesión del juicio continua mañana a las 10 horas en la Audiencia Provincial.
