El COAM defiende que el inspección técnica de edificios pero pide revisiones más exigentes y específicas

MADRID, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) ha mostrado su "preocupación por el incierto futuro de los habitantes del edificio" colapsado en Carabanchel el pasado lunes y ha asegurado que los arquitectos que realizan la Inspección Técnica de Edificios (ITE) están adecuadamente formados y se les presupone una actuación responsable, aunque pide un refuerzo de estas revisiones.

El COAM ha expresado su intención de "ahondar en el debate abierto en torno al control de la seguridad en los edificios madrileños" después de que el número 5 de la calle Duquesa de Tamames colapsara el pasado lunes. El edificio, situado en Carabanchel, había pasado la última Inspección Técnica de Edificios (ITE) en 2012, y eso ha puesto el debate sobre estos controles a los edificios.

El COAM ha defendido en un comunicado que el ITE "ha representado un gran avance sobre la situación anterior; y se verá a partir de ahora mejorada a través del Informe de Evaluación de Edificios que establece la Ley de Rehabilitación, Regeneración y Renovación Urbana".

Sobre estos controles, el COAM ha explicado que "son un excelente instrumento de control". "Sin embargo, el derrumbe de Carabanchel ha puesto sobre la mesa una evidencia: incluso con una ITE favorable pueden ocultarse deficiencias que no se percibieron en la Inspección", señalan.

Estas pruebas se realizan mediante el examen de la presencia de síntomas perceptibles y solamente frente a ellos se indican ensayos o pruebas más detalladas.

Por ello, el COAM cree que es conveniente dar pasos hacia la implantación de revisiones más exigentes y específicas en cuestiones que afectan a la seguridad. A tal fin es posible definir en la normativa protocolos, pruebas y ensayos de obligatoria y periódica realización incluso en ausencia de síntomas inmediatamente perceptibles.

En particular en los edificios con "factores de riesgo" tales como la edad, calidad constructiva original, materiales y tipología estructural, historial de defectos en edificios similares o del entorno, cambios de uso y otros.

La organización también ha recordado que los habitantes de los inmuebles deben estar alerta y estar atentos a cualquier síntoma de posible derrumbe que pueda mostrar el edificio. "Una deficiencia estructural puede ser corregida si se actúa a tiempo. Desatendida puede provocar males mayores que son, en general, evitables", ha finalizado el Colegio.