Congreso UGT: El Ayuntamiento elogia a los sindicatos, mientras la Comunidad advierte de que no renunciará a sus planteamientos

Actualizado: miércoles, 20 mayo 2009 18:39

La presidenta de la Asamblea exigió respeto a las instituciones ante 450 sindicalistas volcados con su líder y Tomás Gómez

MADRID, 20 May. (EUROPA PRESS) -

La inauguración del XII Congreso regional de la UGT mostró hoy los diferentes planteamientos de la clase política madrileña respecto a la crisis económica y la relación con los sindicatos. Desde la tribuna se pudieron escuchar desde las loas y parabienes lanzados por el vicealcalde, Manuel Cobo, que destacó los logros del diálogo social en la capital; hasta las advertencias de la presidenta de la Asamblea de Madrid, Elvira Rodríguez, por la actitud de los sindicalistas en los últimos plenos, pasando por la aseveración del número dos de la Comunidad, Ignacio González, que destacó que no renunciarán a sus planteamientos frente a la crisis.

Aunque se preveía el principal evento del día, los asistentes a esta cita tuvieron que hacer malabarismos con sus agendas para poder asistir también al gran acto de presentación organizado por el ministro de Fomento, José Blanco, del Plan de Cercanías y no perderse la reelección de José Ricardo Martínez como secretario general de UGT-Madrid. De hecho, hubo quien optó por quedarse en el Ministerio, como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y delegar en su mano derecha, o quien se recorrió medio Madrid en cuestión de minutos como la delegada del Gobierno, Amparo Valcarce, y el secretario general del PSM-PSOE, Tomás Gómez. De hecho, ambos no quisieron desaprovechar la oportunidad de subrayar las inversiones del Gobierno central en Madrid y lanzar dardos envenenados a las políticas anticrisis del Ejecutivo de Esperanza Aguirre, ante el regocijo del respetable.

* ** Y es que la sede de UGT de Avenida de América reunió a más de 400 delegados sindicales y a decenas de personalidades de la vida política regional que abarrotaron el salón de actos del edificio, tales como el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky; diputados de todo el arco parlamentario y el coordinador general de IU, Gregorio Gordo, que se unió al deseo de que el próximo congreso se produzca con un gobierno regional "de progreso".

Tras escuchar la interpretación de un cuarteto femenino que se atrevió con la 'Internacional' y puso la nota musical a la jornada, pudieron comenzar las intervenciones que darían por inaugurado un congreso en el que los abanicos de colores se convirtieron en protagonistas, debido al excesivo calor.

El encargado de romper el hielo fue el secretario de Organización del sindicato, Miguel Ángel Abejón, quien aseveró que UGT* "no va a ser la infantería de un Gobierno (el regional) que quiere acabar con los trabajadores" con sus medidas económicas y abogó por construir un nuevo modelo productivo, basado en la industria y en las tecnologías, entre otras cosas. El testigo de Abejón lo retomó Cobo, quien destacó que desde 1995 los equipos políticos a los que ha pertenecido tanto en el Ayuntamiento como en la Comunidad de Madrid le han permitido llegar a acuerdos con los agentes sociales, al tiempo que se desveló como un firme defensor del diálogo social pues sin él, dijo, "jamás habrá un proyecto sostenible de desarrollo". "Nunca hemos roto el diálogo, pongo por testigo a los responsables aquí presentes", dijo. Ahora, en tiempos de crisis, "es la hora de los políticos y las políticas con mayúscula, de la verdad y de las verdades y la hora de los sindicatos y trabajadores con la responsabilidad que habéis demostrado todos estos años", afirmó el vicealcalde.

La mano derecha de Alberto Ruiz-Gallardón se deshizo en elogios hacia UGT, momentos antes de dedicar una breve mención al proyecto olímpico. "No es que la UGT nos apoye en el proyecto que es de Madrid y de España, es que su secretario general pertenece a la Fundación Madrid 2016", agregó.

El 'buen rollo' que dejó Cobo en la tribuna se quedó algo deslucido por la intervención de Elvira Rodríguez, quien impuso un tono mucho más serio. Tras apelar al diálogo, recordó la importancia del respeto a las instituciones y aunque no citó el caso concreto de la prohibición impuesta a los invitados a los plenos del parlamento regional, como consecuencia de la revuelta sucedida el 7 de mayo, todos los presentes interpretaron sus palabras en relación con lo sucedido ese día con los representantes de BP Solar, Iveco y Arcelot Mittal, empresas sobre las que planean Expedientes de Regulación de Empleo (ERE), cuando fueron desalojados del hemiciclo por protestar ante la marcha de la presidenta regional.

"La Asamblea es uno de los mejores foros para debatir ideas sin prejuicios ni límites, pero con el respeto debido. Es el mejor foro para que se planteen los problemas de los madrileños con claridad y contundencia, pero sin alboroto innecesario, para que el Gobierno dé cuenta de su gestión y para que se avance por el camino que todos necesitamos", aseveró.

SIN RENUNCIAR A LOS PLANTEAMIENTOS

Otro de los que apostó por el diálogo social en tiempos de crisis, aunque con condiciones, fue el vicepresidente regional, quien afirmó: "La Comunidad de Madrid ha puesto en marcha iniciativas para combatir la crisis y recuperar el crecimiento desde el diálogo leal y constructivo, a lo que no vamos a renunciar nunca y tampoco lo vamos a hacer a nuestros planteamientos porque creo que esto es lo que ayuda a encontrar las soluciones".

El atril de intervinientes permitió a los interlocutores fustigar a las administraciones. Así, mientras que la Comunidad de Madrid reprochaba al Gobierno central no iniciar las reformas estructurales necesarias para salir de la crisis, la delegada del Gobierno en Madrid, el secretario general del PSM y el coordinador general de IU-CM, así como los secretarios generales de CC.OO., Javier López, y de UGT, José Ricardo Martínez, atacaron al Ejecutivo regional especialmente por sus políticas neoliberales.

En este contexto, Valcarce afirmó, en un discurso profundamente político, que el Gobierno central se había convertido en el motor del desarrollo de la Comunidad de Madrid, una afirmación que choca con las palabras de Esperanza Aguirre, quien siempre mantiene que la región es "la locomotora de España".

Gordo manifestó que las consecuencias de la crisis en la región "son más dramáticas" debido a las políticas del Ejecutivo autonómico, "entusiasta fanático del neoliberalismo trasnochado", mientras que Gómez mostró su preocupación por el hecho de que algunas instituciones de la Comunidad de Madrid "se han instalado en una corrupción indigna de una región como Madrid", por lo que ahora "es más necesario que nunca transparencia, devolver la ética y la política en mayúsculas".

Por su parte, el secretario general de CC.OO. destacó que la aplicación de la Ley de Dependencia en la región "es un desastre absoluto", que la sanidad está perdiendo calidad, y que la situación de la Educación pública está "condenada al conflicto permanente". También subrayó que si se quiere salir de la crisis es necesario que los altos ejecutivos de las empresas madrileña no se compren coches "de superlujo", en clara referencia al presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, que adquirió un vehículo de más de medio millón de euros, así como reajustar los salarios y eliminar los contratos blindados y apostar por la cualificación y la formación de los trabajadores.

"Es el momento de defender a miles de personas que están quedando al margen de la vida y de la economía, que quedan en desempleo, asegurando sus rentas", indicó.

Finalmente, el auditorio de la Casa del Pueblo de Avenida de América escuchó las palabras del secretario general de UGT de Madrid que manifestó que "no hay que plantear movilizaciones contra el Gobierno (...) pero igual sí hay razones para plantear una movilización general contra los empresarios de este país que sigan agrediendo a los trabajadores".