Corporación aplaude las conquistas conseguidas por la FRAVM en su 40 aniversario y su actuación constructiva y crítica

MADRID, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Corporación en Pleno ha aprobado una declaración institucional firmada por todos los grupos municiales en la que han aplaudido las conquistas, "que no fueron un regalo", conseguidas por la Federación Regional de Vecinos de Madrid (FRAVM) en sus primeros 40 años de vida, además de su actuación constructiva a la vez que crítica.

Cuando se cumplen 40 años del nacimiento de la FRAVM, todos los grupos con presencia en el Pleno han firmado una declaración institucional que arranca con el año 1977, "clave en la historia de España" porque tras cuatro décadas de dictadura franquista "el pueblo español conquistaba los derechos y libertades básicas y la legalización de las organizaciones sindicales, sociales y políticas", conquistas que "no fueron un regalo".

Para conseguirlas, amplios sectores tuvieron que luchar durante décadas, reza la declaración institucional, además de sufrir la violencia y la represión para abrir la puerta a una nueva época, entre ellos miles de inmigrantes que llegaron a las ciudades atraídos por la demanda de mano de obra.

"Fueron ellos y ellas quienes desde la periferia de Madrid dieron vida a las asociaciones vecinales y a su federación provincial, legalizada tras varios años de actividad y movilizaciones en los que, además de pan y libertad, exigían su legalización y reconocimiento".

El movimiento vecinal, recoge la declaración, jugó un "papel esencial en la conquista de los derechos y libertades democráticas". Desde entonces, sin haber sido protagonista de las crónicas de la Historia del país, el movimiento vecinal ha ido dejando su huella en la ciudad y en sus barrios.

"Tras buena parte de los equipamientos coletivos y de políticas públicas orientadas a la mejora de la vida colectiva, al reequilibrio de la ciudad y a la conquista de mayores niveles de participación democrática, está el trabajo, la propuesta y, a menudo, la protesta de las asociaciones vecinales", apunta la declaración institucional.

Fruto de esa lucha, miles de familias consiguieron cambiar sus chabolas por viviendas dignas y crear barrios como Orcasitas, Orcasur, Fontarrón o Palomeras. Gracias a su impulso, 150.000 personas lograron el realojo en sus barrios y la construcción de miles de viviendas de promoción pública dando lugar a una de las operaciones urbanísticas más importantes de Europa y un "episodio único en construcción participada de la ciudad".

Desde entonces se puede atribuir al movimiento vecinal "centenares de conquistas que han servido para garantizar el acceso a la ciudadanía a una vivienda digna, para recuperar la ciudad consolidada, tanto en la rehabilitación de su parque residencial como en la defensa de su patrimonio arquitectónico, para mejorar el transporte público, ampliar las zonas verdes, garantizar servicios públicos gratuitos y dotar a los barrios de equipamientos educativos, sanitarios, culturales, deportivos... que especialmente en los barrios de nueva creación han llegado con años de retraso con respecto a las viviendas".

Las movilizaciones vecinales fueron las impulsoras de la consecución de conquistas como Barrios en Remodelación, iniciada en 1979, el parque de Pradolongo, el Plan 18.000 de Usera y Villaverde o los Planes Especiales de Inversión. Todo ello unido a "exigencias de participación ciudadana que se tradujeron en pioneros procesos de cogestión de políticas públicas dirigidas a mitigar el desequilibrio social y territorial de la ciudad".

"Hoy, 40 años después de la legalización de la FRAVM, le agradecemos a todas las asociaciones la labor constante, responsable, constructiva, rigurosa pero también crítica de la que han dado muestra todos estos años y gracias a la cual Madrid es un poco más habitable, amable y participativa", termina la declaración institucional.