El CSIF en Tragsa confía en que se tomen medidas para proteger la "integridad" de los trabajadores

MADRID, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -

El sindicato de funcionarios CSIF de la empresa pública estatal Tragsa, quien se encargará de limpiar Madrid si antes no hay un acuerdo entre los sindicatos y las empresas concesionarias de los servicios de limpieza de la capital que ponga fin a la huelga, ha confiado este viernes en que se tomen las "medidas necesarias" para proteger la "integridad" de los trabajadores que el sábado comiencen a barrer las calles y ha lamentado que les "utilicen para reventar la huelga de unos compañeros".

En declaraciones a Europa Press, el portavoz nacional de CSIF en Tragsa, Rafael Fernández, ha expresado su total "apoyo y solidaridad" a los trabajadores que llevan en huelga desde hace diez días contra la rebaja salarial y el despido de más de mil personas por parte de las concesionarias madrileñas y ha reconocido que la situación de los empleados de Tragsa es "muy complicada" pues no les gustaría tener que prestar este servicio pero se ven "obligados".

"Es una situación de tensión que estamos viendo en la tele. No deseamos acudir. Confiamos en que se tomarán todas las medidas que sean necesarias para garantizar la integridad física de unos y otros trabajadores, porque la situación va a ser muy tensa. Los trabajadores van a ir obligados y la situación seguro que va a ser muy conflictiva", han afirmado.

"Tenemos una sensación de utilización de esta empresa pública para un tema puntual. Parece que es para reventar una huelga y no queremos participar", ha reprochado Fernández tras afirmar que confía en que esta situación no se extienda en el tiempo porque sería "impensable" que Tragsa sustituyera de manera prolongada a las concesionarias.

De ser así, ha apuntado que aunque están "preparados" para restablecer la normalidad de las calles y que cuentan con "todos los medios" para ello, la semana que viene verían qué medidas tomar para evitar esta situación. Entre las medidas no ha descartado también la huelga en Tragsa.

Por otro lado, ha denunciado que la empresa pública también se encuentra en medio de un ERE que afecta a 836 trabajadores y que se verían "abocados a la calle" de no haber negociación con la empresa. Además, ha subrayado que es una "incoherencia" que se pretenda despedir a tal número de personas cuando en casos como estos se demuestra que son necesarios.

"Nos dice que sobra gente en una empresa que es para emergencias y ahora nos da la razón de que tendríamos que tener la plantilla ajustada a situaciones como estas. A ver cómo explica esta incoherencia", ha espetado.